Capitulo 2

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Sentía como me daba vueltas la cabeza, un dolor gigantesco era el que sentía, comencé a abrir los cajones y saque las pastillas, las puse encima, y me mire el techo ya se veía con claridad mire el reloj pegado en la pared eran las cinco de la madrugada. Dios horas para salir de este lugar y viajar a New york, estaba emocionada pero realmente creía que había que despedirme bien de algunas personas las cuales me trataron muy bien claro en el tiempo que recuerdo las cosas.

Para no despertar a Maura me cambie rápidamente una camiseta con mangas blanca un polo azul, unos vaqueros de jean y unas zapatillas converse azules, tome mi cabello en una moña y tome  el frasco de pastillas. Abrí la puerta con cuidado no quería dar explicaciones de Maura asi que prefería no despertarla vi a los lados no había nadie, baje las gradas cautelosamente, camine hasta la cocina tome un baso y lo llene con agua del grifo tomado una de las pastillas, Sali de la cocina y mire el perchero aun no había una señal de que mi padre haya llegado de trabajar, abrí la puerta y comencé a caminar.

Era mi camino de siempre el que conocía de memoria, era el único que en los años que recuerdo de vida lo que vi, los mismos arboles, las mismas casas, los mismo vecinos, todo era igual hasta se sabia la vida de cada uno de ellos, llegue hasta la parada de autobuses, y espere un instante vi como llego entre y me senté en los asientos traseros recosté un poco mi cabeza realmente no había podido dormir muy bien por el dolor insoportable de cabeza, casi siempre los tenia desde el dia que desperté en el hospital, ahora por lo menos agradecia que la nariz ya no me sangrara y esos estúpidos sueños o mas bien pesadillas me llenaran la cabeza, lo cual decía el medico que eran lagunas mentales que yo trataba de sacar aflote o algunas eran combinación de mis sueños con la realidad.

No sabia muchas cosas que mostraran mi realidad ya que en verdad cuando preguntaba algo a Maura me decía que eran cosas que mi cabeza creaba por mis fantasías por leer tantos libros. Respire hondo solo quería pensar que la opción que estaba tomando era la mejor.

“Tranquila yo cuidare de ti siempre.”

Escuche un susurro que me hizo saltar de mi asiento, mire a todos lados y solo había una señora que al lado tenia a su pequeña hija. Vi las casas y ya eran diferentes, mas grandes, mas lujosas toque el timbre para poder bajar, las puertas se abrieron el la siguiente parada dejándome el paso libre, comencé a caminar seguía pensando en lo que hacia era mala hija si dejaba a mi madre sola pero ya con la edad que yo tenia 21 años no era poco tenia que salir de casa.

Vi una casa de color chocolate, y un patio gigantesco, vi que estaba ahí una de las empleadas de Max toque la reja a estas horas debe estar dormido, ella me miro y de un salto se levanto.

-Señorita Lucy. –dijo mirándome.

-Hola… ¿esta Max? –pregunte mirándola.

-Claro, claro, deje que abra la puerta. –dijo limpiándose las manos.

Camino hasta la reja dejándome pasar.

-Esta en su habitación aun el señor Max.

-Gracias

Comence a caminar hacia el destino, Max tenia dicho que yo siempre pasara aun que el no estuviera cosa que nunca hice pero ahora lo veía necesario. Ya en el segundo piso de la casa entre al cuarto de Max, seguía dormido me sente en el canto de la cama y lo mire su barba un poco crecida su cabello despeinado, era un buen panorama.

“Lucy podrías vivir con migo”

Recordaba sus palabras de hace dos años atrás, siempre me pedia lo mismo pero yo no podía pensar en estar con un hombre tanto tiempo, no lo amaba claro todos tenemos necesidades carnales pero despertar con el todos los días, estar con el todos los días no podría hacerlo, no quería hacerlo. No estaba preparada muchas veces pensaba que algún dia encontraría a alguien y ahí recordaba que no quería enamorarme de nadie ya que aquello llevaría a que la persona se enamore de mi y si me fuera esa persona sufriría si fuera amor verdadero. Senti como la cama se movio sacándome de pensamientos, abrió los ojos y me miro extrañado.

"Acércate, quiero contarte un secreto." Tercer libro Secreto de Hermanos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora