Ellos

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Al entrar a la cafetería recibí incómodas miradas ajenas y desprecio, que me traía recuerdos de mi reciente sueño lo que me causaba dolor de barriga. Pedí un late y me senté en una esquina del local, cuando estaba apunto de terminar me mi café entran tres tipas con aspecto de zorras regaladas, no tenia nada contra ellas ya que ni siquiera las conocía y por eso ni siquiera les preste atención, pero detrás de ellas entraron dos chico, uno de ellos llamo mucho mi atención  jamas había visto un chico igual, era alto con cabello negro y un de peinado traía un copete bajo, tenia unos hermosos ojos marrones que ocultaba tras unas gafas, tenia una barba muy decir, se veía perfecto, era hermoso.

Moría de ganas de pararme a hablar con el, pero supuce que era novio de una de las zorras así que ni me moleste en hablar con el, pero no podía parar de verlo y sentía como también el me veía a mi. A penas me dispuse a salir del local, las tres zorras se pararon frente a mi y me empujaron hacia atrás para ellas salir primero y así lo hicieron, me sentí una idiota humillada pero seguí caminando como si nada cuando estaba apunto de pasar por la puerta de salida el chico que no podía parar de ver me tropezó -idiota- pensé y seguí con mi vida.

Me fui a dar vueltas al rededor de un parque y volví a ver a las mismas 5 personas, cuando vi al chico mi piel se erizó, me sentía atraída por él, me guiño el ojo y siguió de largo. no podía creer lo que pasaba, me guiño el ojo, solo puedo preguntarme si le gusto o soy demasiado evidente, tanto que me tiene lastima o solo lo hizo por burlarse de mi.

La intriga me mataba y estuve horas en el parque, solo pensando en eso ya que no quería regresar a casa, mí entra estaba totalmente pérdida en mis pensamientos podía ver como se acercaba un chico alto, pálido con ojos entre azules verdosos, unas hermosas pecas y una hermosa sonrisa, me pareció tan hermoso, cuando vi que se acercaba me sentía rara, como nerviosa y no sabia si alegrarme porque venia hacia donde yo estaba o preocuparme.

Se me sentó en un lado y se presento:

-Hola linda, me llamo Junior, mucho gusto.-dijo sonriendome-

-Hola me llamo Sara, el gusto es mio.

Se acerco mas a mi y me pregunto -Que haces aquí sola?-

-No quiero ir a casa-respondí muy apenas, no sabia sabía que decirle

-Quieres comer un helado?

-Si claro, donde?

-Por acá cerca hay una he ladería me que encanta- me dijo tomando de mi mano y jalandome  muy emocionado.

Fuimos a la he ladería en su carro y me pidió el helado mas grande que vendían, me agradaba Junior pero no dejaba de pensar en el chico de la cafetería era tan hermoso. Luego cuando nos estábamos terminando los helados volvió a pasar pero esta vez estaba el solo can dos zorras, me de quede viendo muy indisimuladamente y Junior me pregunta:

-Sara que vez?

-Nada...-respondí queriendo le contar cuantas veces en el día había visto a aquel chico, pero perder quedarme callada, pienso que no le va a importar, al fin y al cabo no es su problema-

-No parece que no vi eras nada, estas muy entretenida-dijo riéndose, con sus hermosos dientes-

Sentía que podía contarle todo lo que me pasaba, era como un sexto sentido, pero algo en mi me decía que no lo hiciera, que iba a aburrirlo, así que preferi cambiar de tema

-Crees en los fantasmas?

-Ja, que irónico que me preguntes eso. estuve pensando en eso todo el día, incluso te lo iba a preguntar.

Se quedo callado solo viendome, iba a hablar pero caí en el hechizo de sus ojos, sentía que sabia todo de mi, que podía ver todo lo que yo pensaba y sentía, me sentía protegida... pero como eso era posible si no lo conocía?

-No me contestaste- dije con sonriendole

-Si, si creo. Pero no creo en Gasparin, creo en almas en pena que son torturadas y esclavizados por un ser maligno, pero como creo en eso,  creo en al geles que son enviados por un ser superior a proteger a las personas y a tratar de ayudar a esas almas en infortunio que están en una ruleta rusa de misiones engañados pensando que podrán conseguir su libertad.

-Guaoh... es un poco, mas profundo de lo que yo pensaba.

-Ese en mi punto de vista y el tuyo?-dijo un poco serio, no se si le incomodo que hablar de ese tema, creo que lo toma muy en serio.

-Se que hay algo más , más allá de como todo el mundo lo ve-dije seria y muy firme en mi comentario.

Solo me sonrió y al ver la hora-las 9- me llevó  a mi casa, deseo buenas noches y se fue a la suya. Al quitarme la ropa para bañarme vi que de mi chaqueta cayo un papel, al recogerlo pude ver que tenia un nombre y un número, era imposible que fuera de Junior porque ya el me había dado su número telefónico. Tal vez pudo ser el chico de la cafetería, guarde el numeró y después de una eterna lucha contra mi conciencia le mande un mensaje que decía:

-Hola Diofer, recién leí el pape lito.

Recibí un mensaje que decia-Por fin llevo todo el día esperando que me escribieras, mañana hablamos Sara.-

Me bañé e intente dormir pero mis estúpidas y constantes dudas no me dejaban dormir, aborta era una duda nueva... como Diofer sabia mi nombre?

En las nochesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora