4. A su merced

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BaekHyun se encontraba frente al espejo de cuerpo completo con la mirada fija sobre su persona, exploraba su boca de manera inadecuada con uno de sus dedos, KyungSoo no había podido apartar la mirada del chico cuando en primera instancia había metido el índice dentro de su boca.

—El dentista dice que necesito un aparato dental— pero lejos de estar revisando su dentadura, el chico metía sus dedos y presionaba las yemas contra el interior de su mejilla.

—¿Tendrás brackets? — preguntó KyungSoo desde su cama.

Desde el día en la cafetería, BaekHyun había buscado frecuentar a KyungSoo, primero yendo con periodicidad a la librería donde el más bajo trabajaba, después haciendo invitaciones sueltas a salir por ahí sin obligación a nada. KyungSoo naturalmente aceptó cada movimiento, pensando que quizás estaba haciendo las cosas demasiado bien. Y aquella tarde tenía rondando en su cabeza que tal vez estaba haciendo las cosas bastante bien pues luego de que BaekHyun lo hiciera cerrar la librería una vez más había dicho algo como "¿Y si vamos a tu casa?" y ante la idea de estar totalmente a solas con el castaño, KyungSoo accedió de inmediato.

Por ello, estaban en su habitación, el menor acostado bocabajo sobre la cama, observando detenidamente cada movimiento del mayor.

—¿Cómo me vería con ellos? — preguntó BaekHyun dándose la vuelta, en posición recta y viendo directamente a KyungSoo.

—Bien— dijo con sencillez para luego desviar la mirada hasta el escritorio donde su computadora se encontraba, pensando en que sería buena idea ver una película para crear un ambiente propicio, se fue incorporando lentamente hasta quedar sentado sobre la cama.

El chico frente al espejo lo observó durante escasos segundos antes de acudir a su lado y tomar asiento sobre el colchón —¿Qué quieres hacer? — ladeó el rostro y volteó en dirección al dueño de la casa, vio directamente a sus ojos, sostuvo su mirada y pestañeando apenas, KyungSoo sintió que estaban ejerciendo alguna clase de hechizo sobre él, las acciones apenas significantes de BaekHyun eran lo suficientemente eficaces para hacerlo desvariar.

—¿Qué quieres hacer tú? — habló en voz baja, sin despegar la mirada del joven frente suyo.

BaekHyun mordió el interior de su mejilla y acomodó los escasos mechones de cabello que habían escapado de su perfecto peinado —Eres extraño.

KyungSoo finalmente desvió la mirada del joven y soltó un suspiro de frustración, escuchaba aquello a menudo y le irritó que hubiera sido aquella frase la que terminara con aquel momento lleno de tensión —Hay que ver una película.

El castaño cruzó una de sus piernas y colocó sus manos sobre la rodilla superior —¿Cómo... ver, ver una película?

—Claro— KyungSoo movió su cabeza en desentendimiento y tomó la computadora portátil para ir hasta donde su invitado.

—No quiero ver una película— sentenció el mayor, se puso de pie una vez más y fue hasta la cómoda junto al escritorio para ver los libros y adornos que sobre la superficie descansaban.

—¿Entonces qué quieres hacer? — el pelinegro se quedó a mitad de camino y cuestionó aquello. No quería arruinar la latente situación que tenía entre manos.

—Me voy a casa— dijo BaekHyun finalmente, giró sobre sus pies y con seriedad observó a KyungSoo —Tengo que esperar a alguien.

—¿JongIn? — preguntó el menor con cierto desagrado. El más grande negó con la cabeza —¿El chico de la moto?

El castaño volvió a negar —Lo vi ayer.

KyungSoo apretó los dientes, con BaekHyun tenía tantas preguntas rondando por su cabeza, no podía saber con certeza nada de él, no podía anticipar nada por parte de él, su manera de actuar, de pensar y hablar era tan impredecible y simple, no era rebuscado y con suma discreción era lo más sincero que podía.

Veneno vil [BaekSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora