1. De ensueño

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—¿Cuál es su nombre?

La música salía de las bocinas a un volumen más o menos alto, sólo lo necesario para poner un ambiente alegre pero que no sobrepasara el umbral de decibeles soportables.

—Byun BaekHyun.

El chico de gafas cuadradas y peinado impecable respondió la pregunta con expresión seria mientras observaba sin discreción alguna al chico recargado sobre la pared de enfrente.

—¿Y...?

—No te metas en cosas que no podrás controlar.

—Puedo controlarlo, hombre, no te atormentes — comentó el de baja estatura guiñando uno de sus ojos con descaro.

—Si rompe tu corazón, no vengas llorando a mí, por favor— el chico de gafas acomodó sus anteojos sobre el puente de su nariz y empezó a caminar en dirección contraria a donde aquel joven BaekHyun se encontraba.

—¡Buscaría a JongDae! Eres pésimo como apoyo emocional— jactó el de cabello azabache viendo como su amigo se marchaba del lugar para irse a encontrar con el antes mencionado.

Do KyungSoo, asistente a aquella fiesta se dedicó a observar desde la segura lejanía al chico apoyado sobre la pared de enfrente, vestido con un par de jeans de mezclilla oscura, lo suficientemente ceñidos para mostrar la curvilínea forma de sus piernas, una camisa negra de cuello alto y una playera blanca abierta por el frente. Sostenía un vaso de plástico rojo con ambas manos y veía a todas las personas a su alrededor.

Al chico le llamó la atención de inmediato, sus agradables facciones atrajeron su mirada. El cabello castaño con subtonos rojizos estaba acomodado hacia un lado en una especie de flequillo. Su pequeña boca rodeaba el borde del vaso para dar un sorbo a lo que fuera que estuviera tomando. BaekHyun, como lo había llamado uno de sus mejores amigos, parecía ser un chico sumamente atractivo, de difícil ignorar. Se preguntó entonces porque nunca antes lo había visto. La ciudad donde vivía tenía apenas la población suficiente para tener dicha designación. Las personas de su grupo etario eran las justas como para que las hubiera visto a todas al menos una vez en su vida.

Tampoco parecía ser un chico nuevo pues se veía bastante familiarizado con el ambiente y el anfitrión de aquella fiesta aera conocido por nunca invitar a oersonas que no conociera ya.

BaekHyun siguió en la misma posición y KyungSoo se debatió entre si debía ir a presentarse y entablar una conversación con el joven, (una lo suficientemente larga pero no lo suficientemente personal como para permitirle hacer un par de movimientos de conquista) o quedarse justo donde estaba en el seguro y cómodo anonimato. La segunda opción parecía más apetecible y debía ser la peculiar aura que BaekHyun emanaba, una especie de burbuja invisible que parecía repeler a todos a su alrededor y eso en nada parecía afectarle al castaño, él lucía bastante cómodo estando solo.

El chico frente a él soltó un suave suspiro y mientras volvía a llevar el vaso hasta sus labios, sus miradas se cruzaron.

KyungSoo trató de conservar la tranquilidad y en lo que él sintió como una eternidad se forzó a sí mismo a sostener la mirada de BaekHyun quien ni se inmuto por el contacto visual, pero al segundo trago a su vaso; BaekHyun desvió la atención hasta el grupo de chicas que charlaban animadamente a un lado del pelinegro. El azabache pasó la lengua por sus labios para refrescar la resequedad de esa zona y producir un poco más de saliva pues estaba a punto de ir a hablar con BaekHyun.

Acomodando su suéter y alaciando su cabello con una de sus manos se armó de valor y empezó a caminar en dirección a BaekHyun quien veía ahora hacia la salida del lugar. Un par de pasos hicieron falta para girar sobre sus pies, dar media vuelta y desechar toda idea de presentación.

La invisible burbuja de BaekHyun pareció ser traspasada por un tipo varios centímetros más alto, de anchos hombros y expresión desinteresada. KyungSoo fue a sentarse a uno de los sillones cerca de la televisión y vio por el rabillo del ojo como el sujeto más alto recargaba su antebrazo sobre la pared y con una media sonrisa empezó a hablarle a BaekHyun de cualquier cosa.

El azabache despegó su atención del par y meditó su siguiente movimiento, tenía que hablar si o si con BaekHyun ahora que había puesto su mirada sobre él.

—¿Está ocupado?— una chica de lacio cabello negro señaló el asiento a un lado de KyungSoo logrando sacarlo de sus pensamientos.

—Ah no, para nada— el joven se levantó de su asiento en cuanto vio que BaekHyun ya no estaba apoyado en la pared de enfrente.

La casa no era tan grande por lo que KyungSoo fue capaz de encontrar al chico que había encanto sus sentidos, hallándolo en la puerta de la cocina, charlando con aquel sujeto alto de cabello rubio. Se acercó apenas un par de centímetros de forma "accidental" para poder escuchar la conversación.

—Y si los fines de semana son muy calurosos entonces vamos a la casa de campo que se encuentra al sur y organizamos una fiesta de piscina— la voz del tipo se escuchaba petulante.

KyungSoo no pudo escuchar una respuesta por parte de BaekHyun pues algún chico pretendiendo ser gracioso había subido el volumen de la música a niveles escandalosos, haciendo que todos se quejaran por el agudo y distorsionado sonido que las bocinas producían.

—¿Dijiste algo?— el sujeto preguntó a BaekHyun acercándose peligrosamente a su rostro una vez que el volumen fue ajustado.

—Dije...— la voz de BaekHyun era una increíble mezcla entre dulzura y elegancia —Dije que eso suena divertido.

—Podríamos ir algún día si quieres— el tipo alto se alzó de hombros y mostró una nueva sonrisa de galán.

KyungSoo puso los ojos en blanco.

La velada lejos de resultar ser un medio de diversión para KyungSoo se convirtió en el ambiente perfecto para poner en práctica sus habilidades de espía. Había seguido a BaekHyun y al sujeto por toda la casa, charlaron durante largas horas, bailaron un par de minutos y se unieron como pareja a una especie de juego en el jardín trasero.

Y lo único que había odiado de la intromisión del tipo aquel había sido el desenlace de la noche. Los labios del chico desconocido estaban sobre la suave boca de BaekHyun quien mantuvo los brazos a los costados mientras el sujeto rodeaba su cintura con las manos para atraer su cuerpo al suyo.

"Sólo es un beso, sólo es un beso" pensó el de baja estatura al ver que el beso se estaba prolongando más de lo habitual. KyungSoo tuvo que buscar a alguno de sus amigos para tener una nueva cerveza y cuando volvió a su lugar como mirón, observó como BaekHyun y el sujeto dejaban la fiesta juntos.

KyungSoo no pudo evitar pensar entonces que si él se hubiera acercado segundos antes, el poseedor de aquellos labios hubiera podido ser él, incluida la despedida de la fiesta a su lado.

Pero estaba bien, era sólo una fiesta, no esperaba llegar más allá de aquella noche con el castaño de risueña mirada. De todas maneras si nunca había visto a BaekHyun, dudaba volver a verlo en el futuro.

Veneno vil [BaekSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora