GRANATE. <<JooKyun>>

Cinco.

Kyun caminó hasta la pared de su habitación con un pequeño rotulador en mano, estiró las esquinas de su almanaque y marcó dos semanas exactamente cumplidas desde que no veía al pelirrojo, o no sabía literalmente nada de él. Siendo sinceros él tampoco había puesto mucho de su parte, pues la vergüenza de haber cometido un error aún albergaba en su dolido corazón.

Cómo terminar con algo que ni siquiera ha comenzado, por ChangKyun.

Sintió sus ojos picar por alguna extraña razón, pero prefirió suspirar con frustración al no hallar una respuesta de la repentina indispensabilidad del mayor en su vida. Apenas habían salido contadas veces, y aunque sostuvieran línea de mensajería, el castaño sentía que conocía al otro de por vida, como si sus personalidades encajaran divinamente.

Arrastró los pies pesaroso por la casa, la única esperanza que aún le mantenía con ganas de ir a la Universidad y continuar común y corriente con su día a día, era el "Última vez a las ..." que adornaba el chat del más alto; al menos sabía que si se conectaba era porque estaba bien.

Pero, ¿si le dolía tanto por qué no estaba haciendo nada para acercarse? Simple, porque sentía miedo y desconfianza, aunque su lastimado corazoncito le dijese que había perdido a una persona que llegó como casualidad en su vida, su cerebro le repetía que las cosas habían ido demasiado lejos cuando intentó besarle, pues su escudo antiamor se activó y temió ante la idea de ser ilusionado.

Él quería tomar la mano ajena otra vez, sentir ese característico y exquisito calor, el cosquilleo en todo el cuerpo y la interminable sensación en el estómago, él en serio quería sentir todo eso y más con el pelirrojo, pero el miedo lo estaba dominando, convirtiéndole en una persona paranóica, y su pecho se encogía cada vez que pasaba cerca del local, pues también caía en cuenta de que el contrario no había hecho un mínimo esfuerzo para contactarlo luego de la dramática noche.

Mordió su labio inferior con fuerza, entrando en pánico al no sabe qué hacer, ¿estaba mal renunciar a todo eso? Él sabía que quizás no iba a encontrar a nadie más que lo mirara como JooHeon le miró esa noche, pero a pesar de que sabía que las intenciones ajenas eran puras, ¿Por qué sentía tanto temor carcomiéndole?

Gruñó atormentándose él mismo con sus pensamientos, y en lugar de quedarse en casa como muchas veces corrió en busca de salir al aire libre, aunque el frío ya había disminuido era igual de abrazador y dominante, corrió con una de sus bufandas por la acera de su calle mermando la velocidad cuando sus pasos le llevaron a aquel parque en el que comenzó una historia que no tuvo un final.

Se detuvo abruptamente cuando sus pies tocaron el césped y aunque tenía unos botines industriales sintió su suela fría. Muchos recuerdos aglomeraron su cabeza, sus ojos se aguaron al percibir el recuerdo del chico que había robado sus suspiros y fue ahí cuando sintió una mirada intensa sobre su espalda, sabía que si volteaba lo vería, pero no se pudo contener. ¿No era eso lo que esperaba hace tiempo? Giró su cabeza desesperadamente en busca del chico en la repostería, pero su corazón se apretujó más, los ojos penetrantes de JooHeon se clavaban en él y a su lado una linda chica hablaba animadamente.

¿él sobraba ahí después de todo, no?