Las semanas habían pasado y desde aquel encuentro con ese niño no hemos visto ninguna otra señal. Quisiera de verdad pensar que se trata de una simple broma pero sería demasiado estúpido.
En realidad la situación en si es bastante estúpida.
El tal hermano de Jack, ¿por qué se vengaría por él si fue su propio hermano mayor quien le hizo la vida imposible?, o eso fue de lo último que dijo el bastardo aquel antes de dejar de existir.
¿Y por qué ese niño? ¿Por qué no él mismo? ¿Por qué no me dejaban de una jodida vez en paz?
—Ellie, ya que veo que esta tan atenta, dígame cómo se resuelve esta ecuación— me despabila mi adorable profesora de matemática, y repito mi última pregunta en mi cabeza.
Sinceramente ¿Por qué no me dejaban en paz?
—La verdad no tengo idea— confieso masajeandome mi ceja derecha la cual sentía que iba a estallar, escuche unas risitas en todo el salón.
— ¡Silencio! Usted sabe que va a tener muchos problemas si no aprueba esta materia por lo que va a tener que empezar a ser responsable.
—Como si me importara...— susurro enfurecida, amaría joderle aunque sea el auto a esta vieja, más que nada por desahogo claro.
El timbre suena y yo levanto mis cosas para ponerlas en mi mochila, como todos los demás en su sano juicio. Necesitaba ir lo más rápido para seguir entrenando mis habilidades, además de que Alex se había ofrecido a enseñarme lo más profundo del sonido, no podía perder esta oportunidad.
—Ellie— escucho una fina voz susurrar mi nombre mientras suavemente toma mi brazo, me doy vuelta para ver que es Emma— sabes, hace tiempo te noto rara, ya casi no hablas cuando estamos, además de que no hemos visto a Kevin en el mismo tiempo ¿Qué pasa?— sus ojos mieles me miran con tristeza, y yo trato de devolverle mi mejor sonrisa.
— Ando un poco estresada, eso es todo— le quito importancia mientras acaricio su melena dorada.
— No es así— niega Hanna, entrando al curso junto a Diego quien sigue con su expresión seria de siempre— Por favor dinos que está pasando.
—Yo...— miro mi celular en busca de algo que pueda sacarme de este aprieto— ¡Dios! ¡Ya es muy tarde! ¡Tengo que ir a mis clases de defensa personal!— me hago paso entre ellos.
— ¿No eran clases de Karate?— pregunta la pelinegra de ojos celestes justo cuando estoy saliendo de la puerta.
— ¡Ah! ¡Sí! ¡Eso!— exclamo para empezar a huir por los pasillos.
Solamente cuando ya estoy fuera del instituto regulo un poco el paso para respirar mejor.
Odio hacer esto, sé que les preocupa aún más, han quedado destrozados. Kevin ni siquiera se digna a despegar su cuerpo de la cama y mandarles un mensaje. Pero no puedo decirles, sería peor, no podrían soportarlo.
No sé qué pensar, no sé qué hacer, no puedo entender nada y mi cabeza no va a darme el gusto de dejar de doler.
—Buh— un susurro en el cuello me eriza completamente, solo para dar medio giro y lanzar una ráfaga negra, la cual expulsa al sujeto unos metros atrás— Oye perdón si no querías verme pero ¿No crees que exageraste?
— ¡Toma!— abro los ojos y voy corriendo a ayudarlo— que horror, para colmo estas lesionado desde antes, el solo se ríe y tose un poco de sangre— ¡Dios que imbécil soy!
— No te alteres tanto, todo el mundo anda paranoico— me sonríe y termina de reincorporarse con mi ayuda— tienes suerte de que no hay nadie por estas calles.
— Simplemente no te acerques a mí por favor— le pido para adelantar el paso.
—A ver si lo pillo ¿Quieres alejar a todos para hacerles daño? ¿Eres acaso la heroína de un libro o algo así?— me siento abochornada por su comentario— ¿Crees que ese hijo de puta se creería todo eso? ¿Acaso eres tan tonta?
—Cállate.
—Cállame— me doy media vuelta y le atino un golpe en la barbilla— Tu no entiendes de indirectas— se carcajea mientras se soba el área recién dañada— Pero no puedes decir que no tengo razón.
—Es cierto— susurro ya que mi orgullo no me deja decirlo más fuerte.
— ¿Qué dijiste?— me pregunta con clara intención de picarme.
— ¡Que me dejes en paz!— le grito y el empieza a reírse mientras se coloca a mi lado para ir rumbo al mercado negro.
Solo se que soy una persona estúpida con un maldito bloqueo estúpido y agh que imbécil, no los obligo a leerme, ni yo lo haría, perdonen.
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Dested
Science FictionHace no tanto tiempo, las personas que están a cargo de Cenectay tuvieron una idea retorcida de crear armas humanas y manejarlas a su merced, utilizando ciudadanos comunes y corrientes y convirtiéndolos en bancos de toxinas demasiado pesadas, volvi...