Recuerdos

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Eran la una y treinta de la mañana, se oían respiraciones tranquilas así como si alguien pudiese dormir en ese ambiente tan tétrico y obscuro. También se oía como se movían las manecillas de un reloj, sin duda todo era muy tranquilo así tanto que era algo que asustaba.

"Algo malo esta a punto de suceder".

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Era un día soleado de verano, como siempre el calor era abrumador, peor ahora en medio del bosque en una caminata larga que los llevaría a "su salvación", aunque también podía ser que con eso cavarán su propia tumba.

— ¿Ya llegamos? — dijo la chica de cabello celeste.
— Llevas media hora preguntando lo mismo, te dije que el camino sería largo. — ya exasperado respondió Kano, también se sentía cansado pero oír a aquella chica quejarse le hizo darse cuenta cuán alejado estaba de las personas que era incapaz de soportarla.

— Kano, creo que Ene tiene razón ya caminamos demasiado — comentó Shintaro con notorio cansancio.
— Ambos son muy débiles, ¿saben? — volteó a verlos de forma burlona — bueno en realidad llegamos.

Había una casa la cual parecía un pequeño castillo, mas bien algo así como la torre de un castillo, estaba llena de flores alrededor y un lago frente a ella, solo había un pequeño puente para pasar.

— ¿Dónde estamos? — preguntó Shintaro. — Es la casa donde vive  a lo que llaman reina. — Mencionó él rubio con desinterés.

Se dividieron para buscar a Mary, mientras Ene la buscaba en la parte baja, Shintaro lo hacia en la parte de arriba y Kano buscaba en los alrededores.
Pasaron un largo rato buscando pero parecía inútil, ni un rastro de ella.

— ¿La encontraron? — al entrar les preguntó Kano a Shintaro y Ene. Ambos negaron con la cabeza lo cual hizo que el suspiraba con resignación.
Era más que claro, si se habían llevado a Mary sería difícil dar con su paradero, seguro estaba en algún lugar oculta como sus hermanos, claro sus hermanos, eso le había dado una idea a Shuuya.

— Shintaro Ene, quiero saber en que hospital psiquiátrico estaban... — los miró de forma seria, parecía tener un plan.
— ¿Para que quieres saberlo? — preguntó la chica muy desconcertada.

Kano no le respondió nada solo esperó a que le respondiera al menos Shintaro pero él también parecía interesado en saber que tramaba. Como ninguno le contestó dio por echo que no obtendría nada de ellos, así que se marchó rápidamente ya que tenía que encontrar ese lugar.

Tras caminar por la ciudad entera y no encontrar ningún rastro de aquel lugar, decidió sentarse en la banca de un parque. No conseguiría nada sin la dirección exacta, si no lo hizo en esos dos años no lo haría ahora mágicamente aunque aquellos dos supieran la ubicación no le dirían y era claro que era por que no querían regresar.

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Mientras tanto, Shintaro y Ene salían del bosque a un paso no tan apresurado ya que no entendían el enojo de Shuuya.
— Amo, ¿Qué cree que planeé Kano? — dijo la chica.
— Realmente no lo sé, pero sigue caminando que lo tenemos que alcanzar —. Era cierto que no sabían cuales eran los planes del rubio ¿Para qué quería saber donde habían estado? Era algo que no quería recordar, pero ahora que Shintaro podía recordar, siempre había seguridad y constante vigilancia en el sótano de ese hospital, realmente acababa de descubrir para que Kano quería saber donde estaban.

— ¡Debemos apresurarnos Ene! — tomo a la muchacha de la mano y apresuró el paso, comenzó a correr sin darle explicación alguna a Ene solo llevarla casi arrastrando hacia la ciudad.

— ¡Oye! ¡¿Dónde vamos?! — chilló la chica pero no obtuvo respuesta — Se te ha echo costumbre arrastrarme por la ciudad... — Enomoto parecía entender que había una razón para que corrieran, decidió callarse al menos un momento y correr al par de Shintaro.

— Kano esta por ahí, debemos decirle donde ir — Shintaro adelanto su paso dejan a la chica detrás. — ¡Oye espera! — trató de correr más rápido pero tropezó con un pequeño, tenia ojos y cabello color castaño.

— Lo siento, ¿no has visto a esta niña? — dijo el niño mientras le mostraba la foto de una chica de cabello negro amarrado en dos coletas. — Realmente no, pero puedo ayudarte —. Le tendió su mano a lo que el niño le tomo la mano y asintió.

— Me llamo Hibiya — dijo pequeño castaño. — Soy Ene — mencionó enérgicamente la chica de obres celestes.

Mientras Shintaro hablaba con Kano diciendo que había comprendido que quería hacer y para que necesitaba la ubicación del hospital psiquiátrico. Sería difícil pero era más que seguro su plan no fallaría.
Cuando vieron acercarse a Hibiya, Shintaro le explicó sus poderes y cuanto le ayudaría pero él estaba más aferrado a buscar a Hiyori.
— pequeño Hibiya, si nos ayudas estarás salvando a esa niña... Si no logramos sacar a nuestros amigos de ese lugar... Nadie estará a salvo — explicó Ene.
— Entonces... ¿Si les ayudó Hiyori estará a salvo? — los tres asintieron — Está bien, les ayudaré.

Los cuatro se dirigieron a ese lugar, tal vez no tenían a todo el mekakushi-dan reunido pero para eso tenían que superar ese miedo e inseguridades que tenían.
Enomoto Takane tenía que enfrentar el peso de ese pasado que quería recuperar.
Kisaragi Shintaro tan solo quería ser de utilidad en medio de esa tragedia ya que siempre era incapaz de hacer algo.
Kano Shuuya quería recuperar a su familia, no importaba que tuviera que hacer, quería ver las sonrisas de Kido y Seto.
Hibiya buscaba valor para salvar a su amiga, ahora que sabía poder salvar a más personas... Solo necesitaba un poco de valor.

Continuará:

Bueno quiero disculparme de nuevo por tanta inactividad en esto de los fanfics, estaba algo cabreada con ciertas cosas que se me fue mi propia inspiración ùwú además tuve que hacer apelación en facebook por que un chistoso me denunció la cuenta c':

Sin más que decir hasta luego nenes uwu)/

La tía conejo los ama.

Una realidad obscura.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora