Me enamore de una niña Reescribiendo

Pizza y casi nos pillan

- ¿Me ayudas a cocinar?- pregunto sacandome de mis pensamientos

- Eh... si - respondí

- Me puedes bajar - pidio, yo asentí y la baje con cuidado, ella fue a la cocina dejandome en mis pensamientos - ¡Abraham! - llamo de nuevo, moví mi cabeza y fui a la cocina donde vi a Mireya lavándose las manos

- ¿Sabes cocinar? - pregunto, pase una mano por mi cabello y sonreí mostrándole mi dentadura -eso me responde, seras mi ayudante - dijo, levante una ceja

- ¿Acaso cocinas? - pregunte

- Hablas con la tercera chef de la casa

-¿Quien es la primera y la segunda? - pregunte interesado cuando abría la refri

- Mamá y papá es el segundo, Susan no, ella casi incendia la cocina

- Asi que por eso esta el extintor - señale uno en la pared, ella asintió- ¿Que vas a cocinar? - pregunte viendo los ingredientes que sacaba de la refri

- Pizza - respondí, sonrei al escuchar lo que dijo - no te quedes ahí parado, ven - dijo cogiendo mi mano, me asombre nuevamente al sentir la calidez de su mano y también suavidad

- Lo que diga la patrona - dije haciéndola reir - ¿Y de que vas a hacerla? - pregunte cuando me daba el agua y la harina

- De jamon con queso y  pepperoni también con queso

- ¿Y eres buena? - pregunte con una ceja alzada, Mireya puso una mano en su pecho haciendose la ofendida

- Hablas con la mejor chef, retractate

- Vale, lo siento Chef de la casa - dije riendo - ¿Hago la masa?- pregunte sabiendo la respuesta, ella asintió- no se hacerla - mentí, si sabia hacerla pero queria sentir sus manos suaves

- Siéntate - mando, yo le hice caso y me sente, ella se puso a mi lado y paso sus brazos por mi cintura como si fuera a abrazarme, cogió mis manos y me ayudo

- Eres buena maestra - dije, ella sonrió, sin ella darse cuenta cogi un puñado de harina y se lo tire

- Estas muerto Mateo - dijo y cogió igual un puñado y me lo tiro en el cabello

- Con mi cabello no te metas - dije tirandole harina, ella me tiro igual e hicimos una guerra de harina, al final los dos estuvimos blancos

- Susan nos va a matar, hay que quitarnos la harina- dijo quitándose la harina de la cara

- ¿Y si nos bañamos?- pregunte divertido, aunque tuviera harina por todo su cuerpo supe que se sonrojo

- Pervertido - susurro

- Sabes que ya no hay tanta agua, solo puede bañarse uno - le mentí, quería bañarme con ella

- Vale - susurro, dentro mio grite de euforia

(...)

- Cierra los ojos - ordeno, bufe pero cerre mis ojos, habíamos dicho que nos bañariamos en la tina no en la regadera, cuando escuche un chapoteo supe que había entrado, me maldeci al ver la tira de su sostén, ella se había quedado en ropa interior, me quite la chaqueta, camisa igual que el pantalón y zapatillas, entre a la tina y la vi con los ojos cerrados, negué con una sonrisa y le tire agua haciendo que abriera los ojos