CENTRO COMERCIAL

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Este era sin duda el peor día de mi vida

Abri mis ojos y me sente de mala gana, no queria salir a ninguna parte solo quedarme aqui

Lo se, tal vez actuó como niña, mi propio yo me lo dice pero que podia hacer, salir a todas partes con una sonrisa como si nada me estuviera pasando...

Deje salir un bufido al escuchar el sonido de la puerta.

Era mi hermana

- Mireya, ¿Estas despierta?- pregunta detrás de la puerta

- Si - conteste, la puerta se abrió dejándola entrar con una bandeja, mi estómago gruño al ver la comida. No había comido por estar asustada

- Ten, es el desayuno - dijo poniendo la bandeja en la cama, no espere a que dijera otra cosa, cogí el tocino del plato y me lo metí a la boca

- Eh, tranquila - rio al verme comer ahora una tostada

- Tengo hambre

- Me parece que tanto llanto te afecto

- Creo... que... si - dije con la comida en la boca

- ¡Mireya! - me regaño

- ¿Que? - pregunte mientras tomaba el jugo de naranja

- No hables con la boca llena. Eso no es de señoritas - dijo molesta con los brazos cruzados

- No soy una señorita - dije entre dientes

- Ya aprenderás y tranquila, no cambiaras, es parte de ti - se burló saliendo de la habitación

Termine de comer mi desayuno y fui al baño, no me atreví a verme en el espejo, me metí a la ducha y me bañe lo mas rápido posible

Unos minutos después mamá llego con un cambio de ropa, cuando intente abrocharme el odioso brasier no pude

Siempre los que utilizaba eran un top con espalda deportiva y me gustaban pero estos nuevos no y como paso hace unas horas mamá me ayudo a vestirme de forma ''adecuada"

Mamá insistía que dejara mis playeras favoritas porque me quedaban pegadas

- Mireya Lucía Gonzáles - dijo enojada y me quito la playera que intente ponerme - te pondrás esta falda ahora mismo

- Mamá - insistí

- No

- Vale, me la pondré ... pero solo si me dejas ponerme mi playera - dije de brazos cruzados, mamá suspiro y me dio la playera, sonreí y me la puse igual que la falda aunque me quedara corta

- Mamá por el amor de Dios, ya déjalo - suplique, mamá se divirtió peinándome

- Te ves bonita - dijo sonriéndome

- ¿Qué hice para merecer esto? - me quejaba, Susan negaba con una sonrisa, ella se divertía de mi sufrimiento

- Estas guapa - dijo mi hermana

- Gracias - le agradecí aunque no me sentía bien por el halago

- Ahora bajen, su hermano las espera en el carro

Me enamore de una niña ReescribiendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora