CAPÍTULO 14

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Alguien está tocando la puerta de mi cuarto de manera brusca haciendo que despierte de mi sueño.Me levanto como un zombie para mirar quien es  el ser vivo que me molesta a las 8:00AM con la cara arrugada abro la puerta y veo a Kenia con tan sólo un sostén negro y un short que muestra su tanga igualmente negro alzo una ceja al verla con las esas pintas.

—¿Y bien?— digo entre bostezos y ella lleva una mano a su nariz.

—Chica lavate los dientes—no me ofendo porque es Kenia ya la dije cosas peores.

—Callate ¿Que quieres?— rasco mi espalda y ya que estoy mi trasero.

—Tu móvil quiero hacerme unas cuantas fotos y enviarlas a Alex así se despertará contento y con una erección — dice riendo de oreja a oreja lo que dijo fue suficiente para que la preste atención.

—¿Y tu móvil?

—Se rompió la cámara la arreglare hoy o mañana no se, sólo hago las fotos las pasó a mi teléfono y ya— como quiero dormir ya que hoy es sábado se lo doy y ella desaparece.

Cierro la puerta y vuelvo a acostarme pero siento que me estoy olvidándono de algo ¡Mierda la foto del beso! Salgo rápidamente de la cama y voy al cuarto de Kenia quien por suerte aún no lo tocó ya que se está maquillando.

—Pensándolo bien necesito ahora mi móvil.

—¿Para que? Si tu dormías no me jodas y ve a la cama— dice mirándome por el espejo.

—Kenia es mi móvil, te lo dare en otra ocasión— esta siendo muy duro convencerla pero sé que luego se vengara ella esta dispuesta a insistir pero entonces viene mamá.

—Hola cielos míos— la respondemos las dos al unísono—voy al super ¿Alguien me acompaña?— yo nunca voy al super y menos con mamá pero sé que si sigo aqui Kenia no parará de insistir así que me ofrezco.

                    * * * * * *

—¡Rebajas en las lechugas!

Mamá no paro de llenar el carro con comida y productos de limpieza busca solo lo barrato o las promociones lo único bueno es que me deja cojer algunas cositas que quiero. Mamá va a por las lechugas dónde una señora mayor de edad está apunto de cogerlo pero mamá se adelanta.

— Mama podrías habérselo dejado— digo mirando con pena a la vieja.

—No, eran las últimas lechugas—cuándo se trata de las compras mamá nunca bromea—cariño ve a por esos dulces que le gustan a Kenia.

Me dirijo a la sección de dulces donde busco los preferidos de Kenia. Un par de risas masculinas llegan a mis oídos por curiosidad miro con discreción y veo a tres chicos bastante guapos pero lo es más uno no puedo definir el color del pelo ya que lo tapa la gorra que lleva hacia atrás es alto, desde aquí no veo el color de sus ojos pero sí es aceptable.

Ellos se dirigen a mi dirección mirando no sé qué, y como toda chica voy a hacerme de la interesante, puedo notar que uno de ellos me mira y sigo haciéndome de la diva.

—¡Emma encontré una pomada perfecta para los granos que tienes en el..!

—¡Sí mamá!

La corto antes de que complete la frase, pase de ser una diva a un patito avergonzado pues los chicos se están riendo mi misión falló y yo sólo salgo de ahí lo más rápido posible.

Encuentro a mamá en la sección de higiene corporal.

—Toma aquí está la pomada— aveces quisiera dar unos golpes a mamá no es la primera vez que me avergüenza así pero me gustaría que parase. Cojo la pomada sonriendo de mala gana.
Ella me hace saber que me espera en la caja mientras miro alguna cosa que vaya a necesitar.

El Novio De Mi Hermana © [EDITADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora