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Era un viernes en la tarde ... el último día de clases antes de las vacaciones de verano, los niños jugaban el topa'o en el patio frontal del instituto .

Se escuchaban las voces de los pequeños gritando "topa'o tu te quedas" A los grupitos de adolecentes murmurando sobre sus futuras juntaderas veranales y a los docentes cansados agradeciendole a Dios por unas vacaciones merecidas.

Entre los niños que jugaban el topa'o estaban Augustina Peguero, una hermosa e imperactiva niña peliroja de ojos grandes y marrónes, con los 11 años recién cumplidos. Detrás de ella corría el pequeño Nicolás Hernández, un pelimoreno de tez clara y ojos color miel; ellos dos juntos eran un duo inseparable, se habían conocido en el 2do grado a la mitad del año escolar.

Nicolás siempre fue una persona muy reservada, tímida y ordenada, a diferencia de Augustina que era más extrovertida y desastrosa donde quiera que fuese .

Los niños correteando parecían caballos en el monte, danzando entre los finos vientos y los calourosos rayos del sol.

-Espera Augustina- gritaba el niño -tengo que ... decirte algo- dijo entrecortando la oracíon por su falta de aire gracias a la carrera que había hechado con unos niños que lo querían topar.

No importó cuán rápido él corriese, lo terminaban topando.

-no te creo Nico, solo me quieres topar- gritó ella pareciendo una ninja al agílmente cruzar entre los juegos y los banquitos.

-no es eso, lo juro- respondío él recuperando ya su respiracíon.

-pues, primero atrapame.

El niño la comenzó a perseguir siguendole la corriente, rato después de que el niño la atrapase, se le había olvidado completamente el tema importante que queria discutir con su mejor amiga.

Ambos niños se sientan en uno de los tobogánes para dialogar. Hasta que ellos deciden unirse a jugar con sus amigos nuevamente.

Una hora más tarde el timbre del colegio suena y resuena una y otra vez avisando el fin de las clases.

Todos los niños, menos los que jugaban al topa'o, salían corriendo frenéticamente al patio para salir de esa cárcel.

Nuevamente se queda Nicolás, pues el resultaba siendo el más lento de todos.

Augustina se encontraba recostada en un tobogán azul, tocandolo con ambas manos.

Nicolás, al ver a su tío en la entrada del colegio junto a una maleta, corre hasta el tobogán.

-yo estoy en tani, estoy tocando azul- dice la niña mirando sus manos y luego mirando al niño nuevamente.

El niño solo le agarra una de sus manos le da una vuelta a la niña, como si estubieran bailando, y contra el tobogán le da un beso, a continuación este sale corriendo donde su tío y sale con su hermana del colegio.

Dejando a la niña parada contra el tobogán , paralizada y tocandose la boca con amabas manos . Ella acababa de dar su primer beso !

Entrarón las vacaciones , y en lo único en lo que pensaba Augustina era en Nicolás . Los sentimientos de joven enamoramiento siempre le disgustaron , según ella " eran muy cursis y falsos "

Pero ahora a ella le estaba ocurriendo .

Al comienzo ella pensaba que simplemente era hambre lo que le ocurría cuando pensaba en aquel beso . Pero aquello lo que en realidad le sucedía era una invasión , mejor dicho una PESTE de mariposas estomacales la invadían , un sintoma que solo sentía cuando iba a MisneyLand con su tía Amber y su primo Xavier, ¿ ahora lo sentía por pensar en un chico ?

Believing in fate Donde viven las historias. Descúbrelo ahora