IronAlex. El nacimiento del héroe

Capitulo 5: Pre-Secuelas

Ya pasó un mes después que el reactor ENA detonó, el saldo de víctimas de muerte fue de un 98,9% en un área de 5 kilómetros a la redonda de las industrias PCZ. Varias potencias mayores, están tratando de quedarse con todos los proyectos de las industrias, entre ellos, la más cotizada, el proyecto M-1.
Pero gracias a una carta poder que tiene la organización HEROE, evita que terceros se queden con los archivos de la industria.

En otra parte, los forenses siguen investigando la situación, por lo que llevan al momento, creen que solo hay dos sobrevivientes a la explosión, que por una por conciente es Alexander, pero la otra aún es un misterio. HEROE, aún tiene en secreto la noticia de que Alexander sigue con vida.

Las cosas parecen que no han cambiado nada, solo, que industrias PCZ dejó de laborar.

Realmente nadie piensa que hay sobrevivientes.

Horas despues de la exposición.
Centro médico occidental.

Un hombre moribundo entra a la sala de urgencias, parecía todo estable, por eso los doctores y enfermeras pasaban de él. Presenciaba una actitud obscura, su ropa toda desgarrada pero sin ninguna herida.

—Disculpe. –Se acerca el hombre a la ventanilla, pero le resultan ignorarlo.

—¿¡Disculpe!? –Asiente con más intensidad, pero aún así lo ignoran.

El suelo se empieza a mover muy lentamente, las luces empiezan a parpadear rápidamente y las computadoras empezaban a fallar. Todos desconcertados, miran a todos lados, pensaban que ocurría un terremoto.

—¡¿DISCULPE, ME ATENDERÁ!? –El hombre grita y a su mismo tiempo su cuello y sus ojos se tornan de un color rojo vivo.

Viendo que aún le ignoran, empieza a vibrar aún mas fuerte el suelo. Empieza a abrirse un oyo debajo de la pesona que atendía detrás de la ventanilla. La persona le mira a los ojos y se desmaya.

El temblor empezó a bajar, pero el hombre actuaba raro, parecía como si le hubiera dado jaqueca, se presionaba el cráneo y cerraba los ojos con una intensidad. Todas las personas se le quedaban viendo. Confundido el hombre, sale corriendo del hospital, todos ignoraron su ida.

Saliendo de la sala de urgencias, el hombre, se sostenía de lo que podía, ya que no podía mantenerse por mucho tiempo de pie. En un intento de bajar las escaleras del edificio, trata de sostenerse de una pared, agrietando lentamente la pared al momento de tocarla.

El hombre solo se enfocaba en su dolor inminente de cabeza. Frotándose rápidamente la parte frontal, sus manos empezaban a tomarse un color rojo, emitiendo un insoportable calor para el.

Su ropa empezaba a encenderse, lentamente, empezando de la playera. Los dedos de sus manos, empezaban a generar unas pequeñas llamás.

Eso, con el terrible dolor de la cabeza que le provocaba, empezaba a volverse loco.

Las personas que le rodeaban, impresionadas al ver que un sujeto estaba prendiendose en llamas, quedaron petrificados.

Un enfermero se acerca lentamente.

—¿Se... Se encuentra bien, señor? –Pregunta el enfermero.

Estando a una considerable distancia, el enfermero aún se acercaba más.

El hombre, gira lentamente, dirigiendo sus ojos totalmente rojos para ver al enfermero.

Solo al estirar el brazo, arrojó un halo de fuego, el cual le atravesó por completo al enfermero por el pecho, sin ninguna reacción, cae con fuerza al suelo.