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La casa de HoSeok es rara, calidad y acogedora aunque por fuera parezca sacada de alguna película de terror puedo decir que por dentro es, sin duda, otra cosa.

Recorrí con mi mirada el interior, no perdiendo ni un solo detalle.

Hay demasiadas fotos de mi compañero con un niño de unos quince años y una chica, más adulta, tal vez y su hermana, pero ninguna de sus padres.

Las paredes de la casa esta pintada de un verde algo extraño, nunca había visto ese tipo de verde pero no puedo negar que ese color hacía contraste con los muebles azules del salón.

Camine a una repisa donde en la parte de arriba había un cuadro, una imagen muy bonita pero no la podía ver muy bien.

El ruido de alguien bajando la escalera llamó mi atención y mire con paciencia como de esta bajaban mi amigo y otro chico.

Los dos se posicionaron al frente de mí y el que supongo que era hermano de mi compañero le susurró algo en el oído al mayor ocasionando que ha ambos se le tiñeran las mejillas de un color carmesí.

Tal vez y sea de familia, pensé sentandome en un mueble cercano, espere pacientemente a que ambos chicos se sentaran al frente de mí.

— Tú casa es muy bonita, HoSeok. —comenté ganandome una mirada de orgullo del adolescente y otro ligero sonrojo de mi amigo.

— Gracias. —respondió con la gran sonrisa que me he acostumbrado a ver.

— Hyung, ¿me dejas a solas con ella? —Preguntó de repente mirando a su hermano mayor.

Observe el rostro de HoSeok que endureció un momento. Su mirada se centro en mí.

— Claro, estaré en mi habitación si me necesitan. —murmuró con un tono de voz molesto que no pase por alto pero creo que su hermano si.

Cuando se escuchó una puerta cerrar vi como el muchacho se levantaba de donde estaba y me indicaba que lo siguiera.

No entendía el porque pero puede que sea importante, pensé levantándome del mueble para poder seguirlo.

Abrió una puerta y entro hice lo mismo, me di cuenta que habíamos entrado a la cocina. Me quede parada en la puerta sin saber que hacer.

— Gracias por venir, eso significa mucho para Hobi.

— Es un gran amigo... —Él asintió buscando algo en un armario algo alto, pero para él no era un problema era más alto que HoSeok.

— Él habla mucho de ti. —comentó después de sacar un par de tazas rojas.

Las dejo en el pequeño mesón de la cocina y me miró.

— ¿En serio? —Asintió ladeando la cabeza. No debería de sorprenderme porque ya me lo había dicho pero no puedo evitar que mi corazón se acelerace un poco.

— Todo el tiempo. —sonrío mostrando la misma sonrisa que su hermano y me sorprendí del parecido que había entre ellos dos.

— L-lo aprecio mucho. —tartamudee y sonreí tratando de que no se de cuente de mi tonto nerviosismo.

— Lo sé. —se acercó a la nevera sacando un pequeño pastel de él— ¿Té, leche o café? —Preguntó invitándome a acercarme a él.

Dudosa lo hice.

— Té por favor.

— Té será. —sonreí asintiendo.

El hermano de HoSeok era un muchacho atento y educado, muy maduro para su edad.

JHS ¦ IMPERFECTLY CORRECT #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora