ժ Epílogo;

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— ¡Eres un jodido maricón! —Gritó uno de ellos golpeando en el estómago a un pelirrojo que yacía tirado en el suelo.

El aludido lanzó un pequeño grito de dolor al sentir otro golpe a su abdomen. Tosió débilmente, ya ni fuerza tenía.

Era algo injustificable que solo lo golpeen por ser diferente a los demás, por tener otro tipos de pensamientos, otros tipos de sentimientos, otros tipos de gustos.

Una enfermedad que se te va a quitar con el tiempo, hijo, le dijo su padre un día.

Pero él no tenía la culpa de sentirse enfermo cada vez que se acercaba ha aquel pelinegro, lo quería evitar, ¡en serio! Pero no podía, ese chico era tan difícil de ignorar.

Él simplemente hizo un trabajo con su guapo compañero y ya no lo pudo sacar de su mente, era una tortura para él pero no se arrepiente. No, claro que no. Al pelirrojo no le importaba que lo golpeen cuantas veces sea con tal de recibir una sonrisa de aquel hermoso ser.

Sonrió, ese chico era una tortura y una muy linda.

— Creo que al marica le está empezando ha gustar esto, chicos. —murmuró el castaño cuando vio al pelirrojo sonreír como tonto— ¡Eres un maldito masoquista, idiota! —Gritó dando otro golpe pero este iba directo al rostro.

El pelirrojo, como pudo, se cubrió. No sabía cuanto tiempo llevaba siendo golpeado por ese grupo de chicos descerebrados pero ya tenía el presentimiento de que tenía más de una costilla rota.

— Pensé que algunos maricas se defendían. —un suspiro pesado salió de los labios de un chico de tez un poco más oscura al resto— Tal vez y es el muerde almohadas chicos. —se burló mientras una sonrisa sarcástica se forma en sus labios.

— Entonces si es el que recibe, ¿deberíamos respetar a esta jovencita, no lo creen? —El único chico que se encontraba en una esquina y veía a ese pobre pelirrojo siendo golpeado por sus amigos, hablo. Su rostro inexpresivo e indiferente se hizo presente pero la preocupación se reflejaba en sus ojos.

— Oh, cállate, YoonGi, siempre tratando de ser un chico bueno y obediente, sabiendo que eres lo contrario e incluso peor que todos juntos. —Gruño el que parecía ser el mayor de todos en ese lugar.

— Gracias, me gusta ser un hijo de perra pero por lo menos no soy ningún jodido abusivo homofóbico.

— ¿Qué estás tratando de decir?

— ¿Qué crees que estoy diciendo, imbécil? Escucha, sé que es difícil que tu padre te haya dejado a ti y a tu familia por un hombre pero ese chico no tiene la culp-

— ¡¿Qué carajo dices, idiota?! —El tipo rápidamente se acercó al rubio tomándolo del cuello de la camisa, YoonGi ni se inmutó su rostro demostrando toda la diversión que siente por estar sacando de sus casillas al que parecía ser el líder.

— ¿Toque un nervio? —Suspiró soltandose fácilmente del agarre del líder mientras palmeaba con compasión su hombro— Solo deja al chico en pa-

— ¿Por qué? —Exigió saber pero el pálido no contesto en el momento, el rubio miro al chico en el suelo, el pelirrojo le pidió ayuda silenciosamente.

— Vas a matarlo. —respondió con obviedad.

— ¿Y?

— ¿Eres o te hace-

— ¿Sabes? —Continuó rápidamente sin dejarlo terminar— No sé porque sigues aún con nosotros, si no te hubiéramos visto con algunas chicas diría que también eres un besa pollas.

JHS ¦ IMPERFECTLY CORRECT #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora