Feelings Fade《》 Park Jimin (COMPLETA)✔

14.

Viernes 22 de Marzo

Aproveché que él salón de baile estuviera prácticamente vacío, solo nosotros estuvimos. A excepción de la pelinegra y mi presencia, en el lugar no estuvo nadie más. Ella y yo solos. Inari y Jimin. Desde la distancia donde me encontraba noté la ligera sonrisa que me dedico, esa fue la señal culminante que me indicó que estaba en lo correcto acercándome. Así fue como lo decidí, algunas complicaciones impidieron que ayer pudiera intentarlo. La pequeña inyección de valor que tuve sigue estando activa en mi sistema, esta siguió gritando incluso mientras dormía: ¨Acércate donde ella, no temas¨

Caminé el espacio que nos separaba tembloroso, mis manos temblaban, mis piernas temblaron. Cuando estuve lo suficientemente cerca en medio de un hilo de voz susurré una disculpa. La muchacha respondió que fue una exagerada, ser disculpo del mismo modo. La tranquilidad me embargó cuando pronunció mi nombre. Mi nombre suena hermoso cuando ella lo dice.

Lunes 25 de marzo

En mi sábado y domingo no ha sucedido nada especial, nada que pudiera marcar mi vida, ni una pizca de emoción recorrió esos días de descanso, menos tuve un lapso para fundirme en un solo cuerpo con la tristeza. Estuve sumamente ansioso, una única idea pudo trabajar en mi cabeza y no apartarse de ahí. Dejaré atestiguado en estas siguientes líneas que me mantuvo de ese modo, podía decir que estuve anhelante que llegará rápidamente el lunes, me convertí en el guardián de un reloj, atento que las horas no se fueran a detener. Necesitaba verla, Inari, la quería ver tanto. Mi consuelo llegó por la mañana puede hacerlo. Me sentía ahora tan pesado como una pluma ligera.

Mis oídos se alegraron atendiendo su voz en el almuerzo. Asentí en los momentos justos y resalte algunos puntos importantes cuando fue necesario. Me sentí yo mismo de nuevo, podría haber dado brinquitos en mi asiento igual que un niño pequeño, pero me detuve. Luego en medio del periodo de descanso un grupito de alumnas que nos estuvieron mirando desde su propia mesa se acercaron entre risas vergonzosas y algo de alboroto, para entonces nosotros ya habíamos notado el comportamiento de las muchachas, estuvimos apostando sin ningún premio de por medio cuanto tardaban en acercarse, Inari acertó, obvio que ella lo haría, la muchacha era una ganadora neta. En una señal silenciosa que pasó desapercibida frente a las estudiantes me lo hizo saber, en otra señal igual de silenciosa acepte su victoria, jamás podría negar algún triunfo suyo ni de broma, eso fue algo que descubrí en ese instante. 

Misuk, la estudiante de mechones verdes, fue la primera en hablar. Era imposible no recordarla gracias a los peculiares peinados que solía llevar diariamente, cada vez que la veía solía pensar que aquel peinado que llevaba le haría imposible seguirnos el ritmo en nuestras prácticas, ella me demostraba en cada ocasión que me equivocaba, ella era muy capaz de manejar el también arte que era su cabellera. Sus mejillas se sonrojaron un poco cuando mencionó que Inari y yo haríamos una pareja de novios perfecta. Las dos compañeras que la acompañaron asintieron en una coordinación que hubiera sido envidiada por cualquier bailarín, una de las muchachas incluso se atrevió a confirmar lo que su amiga ya había mencionado. Una Inari escéptica de lo que las niñas estaban diciendo les contestó que no podía estar diciendo algo como eso a sus maestros, marcó la importancia del respeto que debe existir entre Maestro - Alumno. Nunca antes la había visto alzar la voz a uno de sus estudiantes, ella no solía ser tan estricta con ellos, tenía un trato muy amigable. Misuk y su escolta se alejaron corriendo después de expresar algunas disculpas.

Cuando las muchachas se marcharon Inari empezó a parlotear de la sinvergüencería que las niñas habían tenido, incluso intervino por ella para que yo no me hubiera sentido indignado ante esos comentarios. Se estaba asegurando que no fuera quejarme de ese comportamiento. No tuve intenciones de hacer nada de eso. Otras ideas ocuparon mi mente.