Jimin es un bailarín con habilidades excelentes. Intenta escapar de esa oscuridad que planea consumirlo entero. Si tan sólo se encontrara con un bella persona que le enseñe la perfección. Inari es hermosa. ¿Realmente lo es? ¿Se supone que Inari sana...
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Viernes 22 de febrero
Los pensamientos deprimentes, aquellos donde no confiaba plenamente en mis habilidades me han dado un puñetazo en la cara. No encontrada forma alguna de de alejarnos, quisiera poder arrancarlos de mi piel. Me consumen entero. Mis miedos constantes. El miedo del fracaso, miedo de hacer el ridículo muchas lograron vencerme muchas veces. Antes ya me hicieron perder oportunidades, no quiero que echen a perder esta. En esta nueva etapa esperaba ser alguien resistente, alguien capaz de dejar atrás sus debilidades.
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Sábado 23 de febrero
Mis ánimos seguían bajos. Hoy no tengo ninguna obligación que me haga dejar la cárcel de mi habitación. Incluso mi cortina no fue abierta, no he mirado ninguna vez fuera de la ventana. Desconozco si allá afuera hay un radiante sol o un opaco clima. Mis energías ni siquiera han sido suficientes para ir a la cocina en busca de algún alimento. No importa, no tenía hambre.
No tengo mi fuente de admiración cercar. No puedo mirar a Inari para conseguir que mis sentimientos de esperanza y fortaleza florezcan. Observarla poniendo su esfuerzo en cada movimiento de baile empezaban hacerme creer que todavía no estoy del todo perdido, que aún podía salvarme.
¿Por qué no podía ser como ella? La muchacha irradiaba seguridad y confianza en cada acción que realizaba, imponía su hermosa presencia en cada ejecución, si había un problema le hacía frente y avanzaba. No podía compararme con ella. Muchos decían que era unos de los mejores bailarines que han visto, no me creía esas palabras. No cuando veía alguien como Inari existir. El Jimin inseguro que deje que crezca en el centro de mi pecho lo impide. No soy aquel que creen.
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Domingo 24 de febrero
La danza era el lenguaje donde podía expresar la que sentía. Lo que callaba. Antes no era una persona silenciosa o callada que no expresaba lo que sentía, me estaba volviendo un hombre así. El silencio empezaba hacer mi aliado. El bailar era una expresión silenciosa, eso creía. Mi corazón no latía sino bailaba en cada latido. Creo que en realidad siempre fui alguien silencioso.
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