Simulación.

Primera parte.

Comienza el verano en Tulsa, el día está totalmente soleado, la personas mayores hacen las compras en el súper. Los niños juegan en las calles, comen helados y juegan a mojarse entre ellos para apaciguar un poco el calor que comienza a ser un poco insoportable.

Voy de camino a casa, últimamente me fatigo demasiado camino sólo unas cuadras de la escuela a mi casa y me siento como si hubiese corrido un maratón, llegué a la conclusión de que el ejercicio no es lo mío, nací para tocar música y soñar...

Ahora les contaré cómo es que cambie de ser un normal y aburrido muchacho a un tipo perseguido por gente que no existe.

Estaba observando a esos chicos jugando y mojandose; iba con mis audífonos escuchando algo de música alternativa y lo último que recuerdo es voltear al otro lado de la calle y ver a un automóvil prácticamente sobre mi, después de esto todo se volvió oscuro.

Durante ese lapso en que todo estaba oscuro me sentía navegando a la deriva, después todo se volvió muy extraño porque de ese vacío negro comenzaron a aparecer pixeles de colores, una imagen comenzó a formarse, era un tipo sentado en una especie de computadora que seguramente dejo de producirse hace muchos años. Lo observé por un instante parecía tan sumergido en lo que hacía, en un momento volteó y me vio, su cara por un segundo se desdibujó, apareció lo que sería para mí una pizca de pánico en su mirada; de un momento a otro todo oscureció de nuevo.