Había pasado una semana desde que te fuiste de aquí, desde ese entonces todo el pueblo perdió su color para mí.
Dejé de salir, no tenía ganas de nada, solo comía y dormía.
Pensar en ti hacia que mi corazón se quebrara una y otra vez, dolía, sin embargo sentía necesario el pensar en ti para no olvidarte.
De esta manera se había cumplido un año de que había llegado al pueblo, un pueblo que parecía ser perfecto para escapar de mis problemas.
Por alguna razón ese día me sentí impulsada a ir al campo, al mismo lugar donde te vi recogiendo flores.
Había anochecido cuando llegué al campo y me senté en el mismo sitio que había ocupado un año antes.
Noté un pequeño montículo de tierra a lado de donde estaba sentada, había una rosa sembrada ahí pero la tierra parecía suelta.
Excavé con las manos hasta dar con una caja de madera no más grande que un joyero.
La abrí y dentro vi el anillo que te había dado, aquel anillo que habías perdido, vi también un sobre con una carta y una fotografía en blanco y negro de las dos bailando en la fiesta del pueblo.
Abrí el sobre y leí el contenido de la carta.
Intenté empezar esta carta con un Querida... Pero me di cuenta que nunca te pregunté tu nombre.
Es extraño eso, que haya sentido todas las cosas que sentí sin saber cómo te llamabas. Para mí primero fuiste "la chica japonesa" y después te conocí como "la chica del campo".
Supongo que también tú me decías así ya que fue el primer sitio donde nos vimos por primera vez.
Desde ese primer momento sabía que estaba destinada a estar contigo y pasar momentos inolvidables a tu lado.
Y así fue.
Aunque algunos no fueron planeados como el día que me puse a leer para esperar a que llegaras, o el día que me viste bañarme en el lago; algunos sí fueron planeados, como el día que te fui a cuidar.
Independientemente de todo, cada momento que viví fue hermoso, me sentía feliz simplemente con sentir tu presencia.
Te preguntarás entonces por qué terminé con mi vida.
Es difícil decirlo, lo hice porque sabía que estaba condenada a no poder estar a tu lado, y si no podía cumplir ese deseo entonces la vida no tenía sentido.
Lo siento por lo ocurrido los últimos días, todo lo que hice fue porque nadie se podía enterar de lo nuestro.
Lamento si te herí.
Te doy el anillo como muestra de que siempre estaré a tu lado, cuidando de ti, respecto a la foto, es un recuerdo de lo hermoso que fue el tiempo que estuvimos juntas.
Espero me tengas siempre en tu corazón.
Te ama: Tzuyu
Bajé la carta y me limpié las lágrimas con el dorso de la mano.
Volteé a ver el cielo pensando que ahora es fragmento que te llevaste de mi estaba ahí arriba.
Sin esperarlo pasó una estrella fugaz a través del cielo.
No pude evitar sonreír al saber que estabas cuidándome.
"Gracias por seguir a mi lado Tzuyu" dije "Siempre te amaré, mi chica del campo"
Notas: Con esto llegamos al final de La Chica del Campo, quise hacer algo diferente a lo que suelo hacer es intentar una historia corta.
Muchas gracias por leerla y votar por ella.
Los quiero mucho!
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La Chica del Campo || SaTzu
Short StoryTe vi recogiendo flores el primer día que llegué a este lugar y desde ese momento te amé...