VERLAINE

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Autor: Samuel Aldaz

No te conozco en persona
pero con tus versos, los míos son una broma.
Oí hablar de ti y tu actitud;
aunque quisiera, no podría hacerte similitud.

¡El gran poeta maldito!
Algunos lo ven cierto; otros lo ven como un mito.
¡Tú!, sorprendiste a las almas
¡Yo!, sorprenderé a los dioses mismos con mis palmas,

y un esfero será mi arma
guiándome por la leyes del bendito karma.
Persiguiendo tu grandeza
Como un poeta loco, siguiendo a su condesa.

Y serás tú alabado;
por muchos de los nuestros, serás tú recordado,
inspirando a exclamación,
como Rubén Darío y su divagación.

Y tu prohibido amor,
Que el simbolismo hizo aparecer con vigor.
Fiel amante compañero.
Es Rimbaud, el gran cerbero,
listo y fuerte consejero.
Disparado sin conciencia.

En la tumba permaneces,
mientras que tu alma y tu ego van en creces.
Reposadas las violetas.
Me despido, hasta siempre, príncipe de los poetas.

Verlaine (Poema corto) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora