Un atardecer varios miles de años más adelante en el tiempo, teñía los valles, praderas y bosques, de un tono anaranjado, que iba indicando suavemente a los animales que debían irse a dormir. Los caballos salvajes de seis patas, de un tono marrón cobrizo, dormitaban a la sombra de los escasos robles y chopos de la explanada.Una manada de yaks de dos cabezas, descansaba ahora de una reciente maratón de miles de kilómetros, bebiendo el
agua del río como un jugoso premio, mientras los yaks más pequeños, jugueteaban dando pequeños brincos felizmente.
La manada, agrupada sin ningún orden aparente, ignoraba por completo el peligro.
Dos grandes hembras de Leotigris -híbrido entre tigre y león- acechaban a la manada entre las altas hierbas de la explanada, aprovechando sus rayas y sus dotes en el sigilo, aguardando pacientemente un descuido de alguna cría. Completamente seguras de si mismas y sin ningún temor, pues ellas eran el punto más alto en la pirámide alimenticia.De pronto, y alegrando a las dos hembras, el momento se produjo. Una madre y una cría se habían alejado un poco de la manada para beber agua más tranquilamente y acallar así la sed que acarrea hacer tantos kilómetros, dando así, la espalda a las ocultas depredadoras. Las hembras, se detuvieron unos instantes, evaluando todas las opciones, pero después, corrieron decididamente hacia las dos yaks solitarias, abalanzándose de un salto sobre ellas. Un rápido silbido cruzó los sensibles oídos de las dos leotigris, a la vez que tres flechas volaron en su dirección. En un rápido movimiento, una de las hembras consiguió esquivar la flecha que iba en su dirección saltando sobre una roca a escasos metros de donde se encontraba, soltó un rugido de júbilo. Girando la mirada hacia su compañera, pudo ver como, con ojos de compasión animal, le suplicaba ayuda mientras caía lentamente al suelo muerta. La superviviente, viéndose superada en número y absolutamente sorprendida, salió corriendo de allí a la vez que la manada de yaks hacía lo propio en sentido contrario.
De un chopo cercano, bajó entonces, la causante de la muerte de la leotigris
hembra que se hallaba ahora tendida en el suelo, junto al cadáver de la elegida
para la tercera flecha, la madre yak. La precisa arquera, con cabellos de oro puro,
recogidos en dos largas trenzas que le llegan por la cadera. Miró entonces a su
acompañante, recién salido de una planta de mora, y con varias orugas en sus
cabellos, también rubios. Hecho que, hizo que la primera mostrase su perfecta
dentadura blanca en una bella sonrisa. Los dos hermanos, se alejaron de la escena riendo, no sin antes cargar con el cadáver del yak.Después de un breve paseo por un sendero lleno de flores y de pequeños arroyos, entraron en una zona más boscosa. Siguieron caminando en busca de sus caballos, los cuales, aguardan pacientemente a sus amos en la entrada del bosque.
El bosque de Liv (que significa vida) era un lugar lleno de flores, muy frondoso y con muchos riachuelos y lagos donde las ninfas mojaban sus desnudos cuerpos al sol, muchos eran los lujuriosos hombres que entraban allí buscándolas pero
pocos las encontraban.
Los dos hermanos, siguieron el sendero parloteando en voz alta, convencidos de que nada podía salir mal y de que, a parte de los animales no había nadie más en el bosque...
Thor -así se llamaba el hermano mayor- siguió hablando con su hermana, pero de vez en cuando miraba de reojo a la maleza, sin parecer preocuparse demasiado. La hermana pequeña, caminaba a su lado risueña, dando brincos, con gran admiración mirando hacia su hermano.
Llegando ya a la salida del sendero, había una fuente, de agua dulce que caía suavemente de un grifo de plata, haciendo un sonido leve, como tintineos, perfecto para quedarse dormido tranquilamente. En este punto, los dos hermanos se pararon a beber, sabiendo que algo los observaba, pero sin darle más importancia.Entonces, una criatura verde y del tamaño de un
niño saltó sobre Thor, el cual ya se había movido rápidamente esquivando al
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Los Cinco continentes [BORRADOR]
General FictionEn un mundo postapocalíptico, ambientado en el año 10300 d.C... Los Países, condados, naciones y reinos han retomado las viejas costumbres, o han seguido evolucionando, de pronto, los jóvenes protagonistas Dunna y Thor averiguarán algo que cambiará...