Secret love song. |NamMin|+|NamGi|

Song

YoonGi no sabía que hacer por su amigo, había intentado de todo, sentía lástima por él y odio por el novio de este. YoonGi estaba desesperado por ver que esa relación llegara a su fin de una vez por todas, lastimaba a su moreno, lastima a Coffee, ¿Qué? NamJoon lo apodó Suga, ¡él también tenía derecho colocarle un apodo!

¿A YoonGi le gustaba NamJoon? Creo que es más que obvio la respuesta; sí, efectivamente sí. Le gustaba desde antes de ayudarlo con el patán de su pareja. Lo vio en el piso y tomó eso como una oportunidad de acercarse más a su amor platónico, Min sabía lo que su pedacito de chocolate sufría por ese enano nalgón.

JiMin y NamJoon eran novios, pero parecían desconocidos. Para los padres del primer mencionado, ellos eran mejores amigos, no conocían la verdad.

En esos últimos meses JiMin se había encargado de hacer imposible la vida a su novio, ¿Quién lo diría, no? A simple vista él parecía un niño adorable e inocente, mientras que NamJoon parecía un chico tosco y agresivo, pero cuando los conocías a fondo podías darte cuenta que eran todo lo contrario a eso.

Kim NamJoon realmente no sabía que pensar, había pedido consejos incluso en páginas web con el nombre de Anónimo y en todas le respondían lo mismo: "El chico no te quiere, déjalo." Pero no quería dejarlo, no quería pero debía hacerlo, debía dejarlo para vivir con tranquilidad y sentirse bien consigo mismo.

JiMin había empezado  a lanzarle indirectas al moreno, indirectas directas. Incluso había mencioado a NamJoon  como el chico con el que jamás tendría una relación, sí, así es, es una redacción para la clase de Literatura les pidieron  escribir todos sus gustos y disgustos. El bajito empezó por los noviazgos, mencionó que no le gustaban los altos, ni los morenos.

JiMin pensó que a NamJoon le dolería escuchar aquello, pero estuvo muy equivocado, porque cuando volteó a verlo este miraba a YoonGi sonrojado, gracias a que este le había  informado que en su redacción lo había mencionado y que estuviese pendiente a cuando fuese su turno.

JiMin necesitaba quitar a ese pálido de su camino lo antes posible, antes de que su NamJoon se alejara de él y lo dejara. Lo cierto era que JiMin quería a NamJoon, aunque su relación no fuese muy buena, sí, coqueteaba con otros pero jamás había tocado a otro que no fuese su pareja.

Cuando llegó el turno de YoonGi, tanto NamJoon como JiMin alzaron sus orejas para escuchar. Min mencioaba a NamJoon en todos lados, no lo mencionaba por su nombre pero era más que claro que era de él de quien hablaba, y eso lo notó la pareja desconocida  -por así decirlo-.

- Y finalmente, para acabar mi redacción me gustaría hacer una pregunta para él, él está aquí y se que sabe que estoy hablando de él -cerró su redacción y la dejó sobre su escritorio, el moreno semiabrió su boca y el pequeño nalgón cerró la suya, apretando sus labios.- Mi grande pero pequeño chico, me enamoraste con tu torpeza y me cegaste con tu hermosa sonrisa, nunca había sabido como se sentía el enamorarse hasta que te vi caminar por los pasillos del centro comercial, pero entonces  vi que te abrazaste con otro chico y ahí supe que eras ese chico el cual te atrae pero sabes que nuca más volverás a ver, y si lo haces entonces no llegarán a ser nada más que amigos. Tiempo después te vi entrar a la escuela y mi boca cayó al piso, eras más hermoso de cerca. Poco a poco me di cuenta que caí enamorado de ti, y hoy, tomo la oportunidad para preguntarte, ¿Quieres ser mi novio?

Y como si todos fuesen robots, soltaron un "aw", incluyendo al maestro, sin embargo JiMin se encontraba con sus puños cerrados, a punto de explotar. NamJoon lo amaba, ¿no? Lo iba a rechazar, ¿cierto?

- YoonGi -y todos se sorprendieron al ver de quien se trataba, a excepción de JiMin, el mencionado tomó sus  manos y ambos se sonrieron.- sí, si quiero ser tu novio.

El corazón de ambos parecía querer salir de su lugar, los aplausos empezaron y fueron acercando sus rostros para, por primera vez, darse un beso, el beso que tanto había esperado YoonGi por años. Pero cuando sus labios estaban a nada de rozar, un grito se escuchó en el aula.

- ¡No! -un furioso JiMin gritó, levantándose de su asiento el cual fue pateado más tarde, todos se quedaron pasmados en sus lugares, y la nueva pareja se detuvo en su acto.- ¡NamJoon es mi novio! ¡Mierda!

Park caminó a zancadas hacia su novio y su "rival", pero este último lo detuvo colocando su mano en el pecho de él.

- ¿Novio? -NamJoon preguntó, haciéndose el confundido, estaba dolido pero se mostraba  fuerte.- Park JiMin, un novio es alguien que te cuida, que te apoya, que está ahí para ti, que te alegra los días, tú... tú hacías todo lo contrario, sufrí mucho por ti, una vez dijiste que hay ángeles en la tierra, los cuales nos cuidan de todos los demonios, hoy puedo decir que estoy de acuerdo con eso; YoonGi me salvó de ti. Nunca fuimos novios, y si lo fuimos, espero que te haya quedado claro que terminamos. Te amé, pero nunca me valoraste.

Y la campana sonó, la pareja se sonrió  y como si nada hubiese sucedido tomaron sus cosas y salieron de ahí, no sin antes de dejar sus redacciones en la mesa del maestro.

Ahora era JiMin quien sufría, quien lloraba, quien tenía que soportar ver a su amado con otro, perdió amistades, la comida ahora era asquerosa para él.

Había perdido a quien amaba, lo había perdido por su arrogancia y orgullo, ahora sólo tenía a sus padres que estaban decepcionados de él, sí, se habían enterado de lo sucedio. JiMin mintió con que sus padres lo enviarían a América, pero un año después, esa mentira se cumplió. Su hijo estaba deprimido, no había podido olvidar a NamJoon y menos cuando se volvió el presidente estudiantil y tenía que verlo todos los días.

JiMin se recuperó pocos meses más tarde,  en América todo era más fácil y gracias a ello pudo encontrar salida a sus pequeños problemas.

Problemas que volvieron  al regresar a Corea. 

Pensó que había olvidado a NamJoon por completo, ¿Mas entonces por qué se sentía mal al verlo tomado de la mano con YoonGi? JiMin sabía, él estaba consciente que había perdido al moreno para siempre, pero le dolía, su pecho ardía al verlo con otro que no era él. 

Era tan masoquista consigo mismo que con orgullo se atrevía a sentarse frente a su computadora a stalkear a su ex, aún a sabiendas de que terminaría llorando por las cantidades de fotos que día a día eran publicadas con su pareja, ya sea en la ciudad o fuera de esta. 

Y bien, ¿Qué más podía hacer ahora? 

Nada. Había perdido a NamJoon, y aunque tratara de recuperarlo jamás podría hacerlo.

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Final restaurado porque sí.
Final anterior;