Capítulo 1

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El entrenamiento


Dylan un niño de 10 años, a quien habían dejado dormido, abre los ojos y se encuentra en un cuarto con muchos instrumentos de doctor, aparatos y sueros que salían de  él, no sabe en donde está, aparece un doctor.

– No tengas miedo, descansa – y el niño cierra los ojos otra vez, luego despierta y se encuentra en una cama, le duele todo el cuerpo, no puede ni moverse, aparece nuevamente el doctor.

– tranquilo todo está bien, es normal que te duela el cuerpo, descansa mañana estarás mejor.

Después de unos días, se levanta y se siente muy raro, ah sido horrible para él todo este tiempo, cuando se mira la mano ve una especie de candela azul, se asusta y sacude la mano, mandando la candela azul hacia una silla y está es golpeada con fuerza hasta la pared, después le vuelve a salir en la mano, este se sigue sacudiendo, una y otra vez, empieza a gritar desesperado hasta que aparece de nuevo el doctor.

– tranquilo ya estoy aquí -este le sujeta las manos- no pasa nada, es algo nuevo de ti, pronto lo sabrás controlar.

– ¿cómo no entiendo? -dice Dylan asustado.

– pronto lo entenderás.

Mientras tanto le traen comida para que se sienta mejor, después lo llevan a un dormitorio con otro niño.

– hola soy Dylan ¿y tú?

– soy Will, ¿también tienes cosas raras que salen de tí?

– si boto fuego azul por mis manos ¿y tú?

– yo rompo cosas, puedo romper esa pared y no me duele.

– ¿en serio? haber...

Will va hacia la pared y da un golpe, y se parte la mitad de la pared.

– ¡increíble! eres muy fuerte.

– bueno ahora te toca a tí.

Dylan se prepara, pone una botella en el piso, estira su mano con fuerza y bota la botella por la ventana.

– ¡wow! lo tuyo es impresionante.

Luego sale el doctor.

– haber niños no usen sus poderes aquí en el dormitorio, guarden todo eso para mañana.

– ¿mañana? - preguntaron los niños.

– si mañana irán a un cuarto en donde podrán usar todo su poder, será como un juego.

Más tarde traen al dormitorio de los niños a una niña.

– hola ¿cómo te llamas? - le pregunta Dylan.

– soy Liz y puedo sacar fuego de mi - y en su mano se prende de fuego.

– ¡wow increíble! - dicen los niños.

– haber niños ya duermanse, es tarde, mañana tienen mucho que hacer - dice el doctor, y los niños se acuestan a dormir.

Al día siguiente, los levantan, comen y llevan a cada uno de los niños a su respectivo cuarto de entrenamiento, Dylan solo en el cuarto, le aparece un hombre.

– soy el profesor Brown, y aprenderás a usar bien tus poderes, delante de ti tienes a un robot, tendrás que destruirlo, si puedes.

Dylan destruye con su poder fácilmente al robot.

– bien eso fue sencillo, ahora con más robots.

Salen unos 3 robots, y Dylan los manda volando a cada uno.

– ahora estos tendrán armas, sus balas solo te pintarán de colores, si terminas manchado es porque estás muerto. El poder que tienes, es campo de fuerza, y hace que desarrolle más tus reflejos, serás más ágil y rápido, solo tienes que descubrirlo.

Salen los robots y empiezan a disparar, Dylan los esquiva poco a poco, cada vez se mancha más, y aunque al final termina ganando, quedó totalmente manchado de pintura.

– ¡mírate! si fueran de verdad estarías muerto.

Saca a un robot armado.

– haber, mira este te disparará, solo tienes que esquivarlo, no destruirlo, si logras pasar 10 balas sin que te manchen, comerás un pastel de chocolate.

Entonces el robot empieza a disparar, uno a uno Dylan logra escaparse, pero al final lo termina manchando, sigue con algunos intentos más, no lo logra, hasta que después de más de 10 intentos, ya cansado logró esquivarlos todos.

– nada mal, descansa, más tarde seguimos.

Así tienen a cada niño, entrenándolos singularmente a cada uno dependiendo de sus poderes.

Pasan los días, semanas, y cada niño va mejorando su nivel, con Dylan no es la excepción, ha mejorado bastante, puede esquivar y derribar a los robots cada vez más rápido, y el nivel de entrenamiento se vuelve cada vez más complicado.

– muy bien, me has sorprendido, ahora hazlo de nuevo.

Mientras Dylan los derriba, un hombre está viendo por las cámaras todo lo que hace.

– bien así me gusta, rudos, salvajes. Este niño de aquí, ¿qué experimento es?

– es X 13 - dice uno de sus asistentes.

– ¡X 13! 13 intentos que valieron la pena. ¿y está de niña de acá, la del fuego?

– KD 15.

– ¡si! estos son mis favoritos.

– Sr Lieberman los niños muestran cansancio, dicen que quieren descansar más.

– ok, cuando coman échale 'Retenfil' para que no se cansen rápido,  quiero que aprendan a luchar lo más pronto posible.

Después de un día de duro entrenamiento, Dylan en su cuarto le dice a Will.

– oye ¿te agrada lo que estamos haciendo?

– no, la verdad... extraño mucho el orfanato, ahí nos dejaban salir a jugar, las comidas eran buenas y nos trataban con cariño.

– nunca pensé que irnos con ese hombre fuera una mala idea.

– bueno tampoco teníamos elección, él se llevo casi a todos los niños del orfanato.

– y ahora todos pasan por la misma pena. Desearía poder salir de aquí.

– yo también, pero ¿cómo? somos solo niños.

– algún día, les mostraré todo lo que he aprendido usando mi poder en contra de ellos.

– debemos ser pacientes y esperar el momento adecuado para actuar.


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