Capítulo 3

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El poder del más fuerte


Después de un rato en el helicóptero, Dylan se percata que están 4, alguien falta.

– oigan estamos 4 ¿quién falta?

– haber... -mira quienes están- Josh ¿dónde está? - dice Will.

– no me digas que se quedó.

– no puede ser, ni como para ir a verlo, si ya mismo llegamos.

Luego de llegar, ellos se presentan ante Lieberman.

– haber ¿qué me traen? -revisa la caja fuerte y la bolsa llena de dinero- ok lo han conseguido, para ser la primera vez lo hicieron bien, pero... ¿no falta alguien más? yo mandé 5 ¿dónde está el otro? -al ver que nadie contestaba, revisa en su monitor el video de uno de sus drones, y rastreando el chip ve que el chico está corriendo de un lado a otro sin saber donde ir, hasta que se queda escondido en una de las casas en el patio- ¡mira en donde estás! no se te ocurrió mejor lugar donde esconderte, ahhh ¿por qué a los chicos les cuesta hacer caso? bueno guerra avisada no mata -saca de su bolsillo un control y presiona el botón, haciendo que desde el monitor se vea claramente como a Josh se le evapora el pecho provocándole gran dolor hasta matarlo, desplomándose en el suelo con el pecho vacío.

– ¡NOOOO! - dice gritando Dylan.

– ok aquí ya no hay nada que ver, vamos a sus respectivos cuartos.

Dylan indignado le dice

– crees que tienes derecho en decidir quien vive y muere.

– ¿perdón? ustedes me pertenecen, yo pagué por ustedes, yo les di lo que tienen y son ahora, deberían estar agradecidos.

– si, estoy agradecido, por haberme convertido en un experimento, en una rata del laboratorio, por haberme hecho sufrir un montón de cosas cuando era niño.

– todo en la vida es sacrificio.

– si por eso no te importa sacrificarnos a nosotros.

– suficiente, no tengo por qué tolerar esto -saca un arma de su bolsillo y le dispara un dardo, dándole una pequeña electricidad alrededor de su cuerpo, y dejándolo en el suelo revolcándose por el fuerte dolor de cabeza- que esto les sirva de lección a ustedes, si alguien vuelve a desafiarme o lo que sea, la próxima vez me aseguraré de que el arma sea de balas -gritando dice- ahora todos a sus cuartos, y déjenlo ahí él podrá levantarse solo.

Dicho esto todos se van del lugar, dejando a Dylan solo tirado en el suelo.

Después de un rato Dylan regresa a su cuarto.

– ¿estás bien? lamento no haberte podido ayudar -dice Will.

– descuida, estoy bien, solo enojado eso es todo.

– me imagino, oye tienes agallas, yo no podría enfrentarme así a Lieberman.

– si es que ya no lo soporto, se cree el rey de todo, cree que puede matar a cualquiera y nadie puede decir nada.

– esa es la cuestión, si alguien lo hiciera terminaría mal, y eso que no fue tan rudo contigo.

– eso pronto va acabar.

– ¿estás seguro?

– si, tú y Liz me van ayudar.

– ¿y yo qué, en que me metes?

– tranquilo, tengo un plan, es arriesgado pero si funciona nos ayudará a todos.

Llega Liz al cuarto.

– mira justo hablando de Liz -dice Dylan.

– ¿de mi?

– si, tú serás una pieza clave, serás nuestra arma secreta.

– ¿arma? ya estás hablando como Lieberman.

– no no, no me compares con ese tipo, digo eso porque podremos usar nuestros poderes en contra de él y de todos los demás.

– ¿en serio, y cómo así, yo pensé que hacer eso estaba lejos?

– bueno ya no lo está, hay una posibilidad, una manera en como infiltrarnos en su oficina.

– suena interesante -dice Liz.

– como ya saben, me metí en problemas con él, y mañana tengo que ir a su oficina para recibir quizás otra descargar eléctrica, pero valdrá la pena, y ahí es donde ustedes van a actuar.

– bien cuéntanos todo el plan que tienes en mente -dice Will.

– ok esto es lo que vamos hacer...

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