Devil || jjk

» Capítulo 02.

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— ¿A qué hora entras a la preparatoria? —me preguntó Jungkook, si, su nombre se me había quedó guardado en mi mente como si de la clave wifi se tratase.

Yo miré mi maqueta por última vez tratando de encontrar algún acomodo mal hecho, nada, todo estaba en su orden.

—A las 10:00 de la mañana, ¿porqué?

Le miré curiosa, más que confusa me encontraba curiosa. ¿El porque tenía interés en saber eso?

—Perfecto, me levantas a esa hora. Apaga la luz rápido y vente a dormir. —me guiñó un ojo y me dedico una sonrisa socarrona.

Oh. ¡Esperen! ¿Qué?
[...]

Aproximadamente las 9:30 am y me encontraba alistando mis libros, metí el último a mi mochila y cuando termine le eche una mirada a Jungkook. Me sorprendí cuando me di cuenta de que él ya no se encontraba durmiendo como hace unos segundos.
Me giré para tomar mi maqueta pero me sobresalté cuando lo vi ahí, parado viendo mi maqueta como si de arte se tratase. Levantó su cabeza y me miro.

— ¿Nos vamos? —preguntó.

— ¿Irás al instituto conmigo? —aparte de sonar molesta, soné relativamente sorprendida y emocionada. Espero que él no se haya dado cuenta.

—¿Por qué? ¿Te molesta? —alzó sus cejas y utilizó ese tono molesto que odiaba.

—En parte, pero, —me quede catada por unos segundos pensando en lo tonto que sonaría la pregunta—. ¿Las demás personas te pueden ver?

El no se rió, cosa que era buena para mí.

—No, realmente solo puedes verme tú. Pero los demonios pueden transformarse en lo que nosotros queramos, y en este caso me transformaré en humano.

Él se encogió de hombros como si eso no importara. Pero la verdad era que yo comenzaba a tener más interés en el de lo que había pensado.

—Y así las chicas podrán tener la dicha de verme. —me guiñó un ojo.

—No creo que ellas sean muy afortunadas entonces.

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— ¿Tienes examen? —preguntó mientras nos dirigíamos a la entrada del instituto.

Todos caminan rápido puesto que las clases comenzaba en menos de cinco minutos.
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—Si, justamente ahora. —confirme sin siquiera mirarle. Me encontraba concentrada en mi camino, no quería que mis pies me decepcionan y me provocarán alguna torpe caída.

[...]
— ¿Y quieres hacerlo? —preguntó de repente.

Entonces le miré exasperante. Como si no supiese la respuesta.

— ¿De verdad me estás preguntando eso? Creo que la pregunta es obvia. Es evidente que si. —hablé claro para que se le quedará grabado.

—No mientas, ______. —exigió, mi estómago dio un revuelco. ¿El como sabia mi nombre?—. Tú no quieres hacer ese examen. Tienes muchas posibilidades de sacar una mala nota. Pero qué crees, hoy tienes demasiada suerte.

— ¿Por qué?

—No presentaras el examen.

— ¿Qué? ¡No, no! —expresé con miedo de que el cumpliera lo que había dicho.

—Vendrás conmigo.

—No, —me giré para comenzar a caminar e ignorándolo por completo.

El extendió su brazo y me atrapo deteniéndome mientras yo luchaba por lograr liberarme de su agarre.

El me miro a los ojos.

Estos están fijos sobre los míos, como si quisieran imponer poder sobre mí. Entonces comenzaron a tornarse rojizos, tan profundos que podía ver el infierno en ellos.
Su mandíbula ligeramente apretada le daba aún más maldad y tenebrosidad.

—Creó que no escuchaste bien. Dije, vendrás conmigo.

Yo solo me limité a sentir, estaba atontada. Era como si me hubiesen dado alguna droga.
Al parecer el tenía alguna extraña clase de poder sobre mi.

Aquellos ojos podían dominarme fácilmente y eso no era bueno