Capítulo 4.
Abro los ojos lentamente, frunciendo el ceño de inmediato. Suspiro, intentando abrir mis ojos. Noto como la máscara de pestañas está totalmente pegada y dura, y suelto un gemido.
Por eso odiaba maquillarme. Bueno, no lo odiaba. Pero maquillarme tanto no me gustaba nada.
Giro mi cabeza hacia la derecha, viendo un despertador encima de la mesita. Las nueve.
Vuelvo a cerrar los ojos, y segundos después me doy cuenta de que ese no es mi despertador, ni mi mesita de noche. Ni mi cama. Ni mi habitación. Abro los ojos de inmediato, mirando hacia la izquierda.
Veo una desnuda y ancha espalda a mi lado, dándome la espalda. Y aguanto la respiración unos segundos, viendo de piedra como hay un chico a mi lado.
Recordaba haber salido del pub...Y haberme quitado los tacones. Pero no recordaba haberme metido en la cama con un tío. Recordaba todo hasta cuando salí de ese pub.
Me levanto de la cama lentamente, sacando un pie de esta y después otro. Sin hacer demasiado ruido.
Estaba aún con mi vestido, así que ese chico no habría podido hacer nada.
Ni siquiera sabía quién era.
Ruedo la cama, de puntillas. Y me acerco lentamente a la parte izquierda, donde se encuentra el chico. Abro los ojos de repente, dándome cuenta de que es Rob el que está dormido delante de mí.
Elevo las cejas, mordiéndome el labio. Suelto un suspiro.
Vale, ese chico era incapaz de hacerme algo. Me había aliviado que por lo menos hubiera sido él. Pero...
¿Qué narices hacía yo en su habitación, y lo peor, en su cama?
Tenía que salir lo antes posible de ahí. Pero no sabía ni donde estaba, ni si mi casa pillaba lejos y ni si tenía cara de loca drogadicta de los gatos.
Elevo una mano, acercándola hacia el hombro de Rob. Pero la aparto de seguida.
¿Y ahora que hacía? ¿Y si sus padres estaban en casa?
Suspiro, relajándome. Y camino de nuevo hacia la otra parte de la cama. Cogiendo mis tacones y caminando hacia la puerta de su habitación. La abro lentamente, mirando a Rob desde lejos. Y cuando ya estoy completamente fuera de la habitación y ya he cerrado la puerta suspiro, girando mi cabeza hacia los dos lados de ese largo pasillo.
Camino rápidamente hacia las escaleras que hay, y las bajo rápidamente. Por lo menos las medias que llevaba evitaban que hiciera ruido.
Justo cuando voy a pasar una de las habitaciones, que tiene pinta de ser el comedor, escucho una voz desde el fondo de la habitación.
-¿Y tu quién eres? -Pregunta alguien, y ahogo un grito. Girándome hacia la voz-
Frunzo el ceño extremadamente cuando veo delante de mí al chico de anoche. El que no me paraba de tirar la caña. Scott creo que se llamaba.
Elevo las cejas, mirándole de arriba a abajo. Su torso está completamente desnudo, dejando a la vista sus grandes brazos y sus formados abdominales. Además, sólo lleva unos calzoncillos algo apretados, así que noto como mis mejillas cogen algo de color.
-Eh, tú eres Irene. -Dice, elevando una ceja- ¿Qué haces aquí? Te estuve buscando toda la noche pero... -Sigue hablando, pero yo pongo mi dedo índice en el labio, acompañado de un leve 'shht', indicándole que se calle-
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Scar Tissue [2T-Brave] (EN PAUSA)
Teen Fiction¿Existen las segundas oportunidades? ¿Existe el hecho de volverse a enamorar de la misma persona? ¿Es posible que aunque hayan pasado días, meses, años...dos personas puedan volver a caer en la tentación y unirse como si fueran uno sólo? ¿Existe el...