Han pasado cerca de 2000 años desde aquel momento en que fui condenado a caminar eternamente en este mundo, mi nombre es Alphonse a lo largo de mi existencia he podido ver cómo han cambiado las cosas con los humanos, he podido ver las maravillas y las desgracias que han protagonizado los humanos, he podido convivir con ellos, pero lo que mas envidio sin duda alguna es el cómo crecen, envejecen y mueren ya que es algo que jamás podré hacer, tengo la apariencia de un hombre joven de 20 desde hace 2000 años.
A pesar de haberme convertido en un caído y de no poder volar nuevamente, algunas de mis habilidades como ángel aún perduran, soy muy veloz y fuerte, mi carisma angelical aun funciona con los humanos, facilitándome las cosas haciéndolos que confíen siempre en mí , ya que como imaginaran el ser siempre joven no es un factor sencillo de superar, durante estos siglos he aprendido a comer, beber y disfrutar como los humanos aunque como todo ángel me alimento de la luz que expulsan las almas de los seres humanos así que no ha estado tan mal.
Durante mi vida he recorrido el mundo una y otra vez y he vivido en distintos rincones de este planeta pero aún no he podido encontrarla, hasta el día de hoy, he llegado a este refugio, una linda ciudad llamada Charleston durante años he buscado el alma de Berenice y finalmente el amor que me ha unido a ella durante siglos me ha traído aquí.
Es interesante como a pesar de los años que tengo rondando en este planeta jamás había pisado una ciudad tan bella como Charleston sus soleadas calles son un agasajo para la vista, he conseguido un lindo apartamento en la ciudad ahora estoy listo para encontrarla.
Lo primero que haré será entrar a la escuela cada vez mis latidos me guían más cerca de ella y me han llevado a la preparatoria Burke donde me inscribiré para el último año de preparatoria, en el momento que me encontraba llenando la solicitud de inscripción, pude tener una sensación que no había tenido durante siglos, sentía los latidos de mi corazón cada vez más fuertes, sentía el temblar mis piernas sabía que ella estaba junto a mí y tenía miedo de mirar, entonces levante mi cabeza y mire a mi derecha sabía que era ella pero no lucia como ella.
Su rostro era distinto, tenía un lindo cabello castaño pero muy distinto al que yo recordaba, sus manos seguían siendo pequeñas y frágiles pero lo que me confirmo que en efecto era ella fue su mirada esos hermosos ojos cafés que encerraban vida en cada pestañeo, en ese momento me atreví a hablarle y le dije ¿Berenice? Ella volteo... me miro y me dijo de una manera dulce, creo que me estas confundiendo, no conozco a ninguna Berenice lo siento.
En ese momento ella salió de la oficina y le pregunte a la secretaria ¿Quién es ella? A lo que me respondió ella se llama Eliza es una chica muy inteligente y es una de nuestras mejores estudiantes, pronto la conocerás tendrán las mismas clases.
¿Eliza o Berenice? Es increíble que la haya encontrado, tal vez ella no me reconozca pero lo único que quiero ahora es estar con ella, de ahora en adelante me convertiré en su ángel protector.
Sabía quién era ella ahora lo único que debo hacer es acercarme, no necesitaba preguntar dónde estaba simplemente lo sentía y de esa manera siempre estaría cerca, esa tarde me dirigía al parque para caminar un poco y despejarme, sabía que ella estaría ahí así que aprovecharía para hablar con ella.
Esa en el parque sentí una enorme tristeza proveniente de Eliza o Berenice eso era algo nuevo aun para mí, Eliza estaba con un joven de cabello castaño sin duda eran más que amigos podía escuchar cada una de las palabras a pesar de que estaba fuera de la vista de ellos, él estaba rompiendo con ella y no fue nada amable, cada lagrima que provenía de Eliza provocaban un dolor intenso en mí, en el momento en que Eliza se encontraba sola decidí acercarme.
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LOS CAIDOS-L. MARTÍNEZ
RomanceENTRE LO DIVINO Y LO HUMANO, EL AMOR ES LA CLAVE PARA TODO