El concierto CAPITULO 18

537 28 6
                                    

Pasó una semana desde que creamos la canción y que ellos aceptaron que las niñas estuvieran en el concierto. Le había dicho que teníamos bailarinas por joder, pero a ellos no les pareció mal.

Yo sé que él sabe que yo lo hice por fastidio y lo sé porque me fastidia.

Hay que entrenar y hacer ejercicio, pero uno de los fastidio de él es dejarme sin aliento. El Moco... ¡Oh! ¡Un nuevo apodo! Es Gato Verde, así que como es verde se ha convertido en un ¡Moco! ¡Me encanta ese sobrenombre!

Pues el Moco se ha obsecionado con mis piernas y brazos.

-- ¡Tu puedes hacerlo! ¡No pienses que no! -- Se ha vuelto más estricto y mandon.

Está bien de que ya estamos muy cerquita a la fecha del concierto, pero Moco, me vas a explotar.

-- ¡Aish! Está bien, lo intentaré de nuevo -- Aguanté el dolor y seguí flexionando mis piernas.

La obseción de nuevo de Moco. Él quiere que mis piernas y brazos engorden haciendo masa muscular porque soy muy delgado.

Cuando sepa que soy una chica me reiré en su cara por obligarme hacer esto.

-- Ya se acabó el tiempo del gimnasio -- dije tomando aire. Traté de ponerme de pie pero era inútil, eso me recuerda la vez pasada que tuve que arrastrarme y amenazar a Moco con Mimi -- Ahora cárgame -- Se repetirá la misma escena dos veces. Él se lo buscó por abusar de las mujeres.

-- ¿Perdón? ¿Cargarte? -- entrecerró los ojos

-- ¿Qué estará haciendo... -- entrecerré mis ojos imitándolo -- ...Mimi? -- Yo siempre digo que lo antiguo vale más caro. La amenaza se ha vuelto vieja, pero le costará más caro.

Moco, me puedes mirar como tu quieras, pero me salí con la mía.

Me ayudó a levantarme tomándome muy fuerte en mis brazos. Agarré sus hombros y trepé su sudorosa y larga espalda. Podría acostumbrarme a esto, pero no a su carácter. A veces está tranquilo pero en otras de alguna manera se desahoga conmigo. Es gruñón y mal educado cuando está a mi lado. Lo más lindo que ha hecho es enseñarle bailar a la niñas sin pedir nada a cambio, y por supuesto, servirme de transporte en espalda.

Si en más ocasiones sigo utilizando este medio de transporte, memorizaré por completo su espalda. Su cabello mojado de sudor, sus orejas sobresalientes, su cuello con gotas, su camisa húmeda, su columna recta y marcada... lo dibujaría y lo guardaría para mí. Obtendría todo detalle de su espalda en un dibujo, excepto su aroma. Su aroma se queda en mi mente como un chicle, o mejor dicho, como un moco pegajoso ¡Iu!

Llegamos al cuarto secreto y me acercó a una de las sillas de la gran mesa. Estábamos parados frente a frente, pero rápido que sentí una cucaracha en mi tobillo, sacudí mi pie y me pegué a él como una sanguijuela. Él sólo pisó el suelo y acabó con la vida de ese insecto horrible.

-- Ya murió, bájate -- Ya no estaba en su espalda, estaba en su pecho como si lo estuviera abrazando pero agarrada a él con las piernas y brazos. Es otro límite, cuando dijo que me bajara pude escuchar su voz ronca desde el interior.

Lo vi a los ojos y él igual, estábamos cerca. Mire hacia abajo el cadáver y lo volví a mirar pero consciente de lo que estaba haciendo.

Momento incómodo en 3... 2... 1...

Solté el agarre rápido, y me senté esquivando su mirada. Tosí e hice como si me molestara la garganta.

Él barrió el cadáver, buscó las cosas y se sentó frente a mí para las clases de coreano.

es un Sueño? o estoy en Corea?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora