Por las efímeras amistades que no duraron más que un soplo del viento, pero que cosecharon gran felicidad en esta tierra que soy.
Porque los amo, pero se fueron sin luchar por conservar lo que considero que vale más que cualquier conflicto; nuestra complicidad en las charlas cortas, la diversión en nuestros días más oscuros, el apoyo en la fragilidad, los abrazos silenciosos, los chistes espontáneos y las carcajadas sin razón.
Porque sí, extraño lo que éramos, así el sentimiento de añoranza no sea recíproco.
Sin embargo, me quedo con cada uno de los aprendizajes y de las vivencias que experimentamos juntos, con cada consejo que me brindaron y cada caricia que me otorgaron.
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Pensamientos nocturnos
RandomVivo en un mundo lleno de simpleza que ocasionalmente torno complicado, constantemente cuestionándome y debatiendo conmigo misma, buscando la belleza de las cosas y el drama de las situaciones. Así que, este es el diario de alguien que pretende escr...