II

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-Estoy muy cansada-dijo _____, mientras quitaba su tacón del pie izquierdo y lo sobaba-
-yo igual-dijo, Tamy, hablando con su novio por el celular, sin prestar atención a lo que sus amigas decían-
-nunca se cansa de hablar con él?-dijo Belen, susurrando-
-ya vez que no-dijo ______ sonriendo mientras miraba a su amiga-como va todo con Liam?
-el seguro viene por mi hoy, cada vez me enamoro más de el, y creo que pronto me pedirá ser su novia
-que lindo! -sacudió sus manos festejando un poco y luego miro a la chica de pelo rojo que estaba a su lado sentada en el suelo- Oye y tú, wendy, ya sabes, le contaste a tu novio lo del bebe?
-no, le contare en Paris-dijo sonriendo- vamos a celebrar nuestro aniversario allá, y ese será uno de mis regalos para el.
-tienes que grabarlo, quiero ver su cara cuando le digas absolutamente todo-dijo Tamy, colgando el teléfono, por fin-
-yo igual-dijeron las demás al mismo tiempo-

____, Wendy, Tamara & Belen eran amigas desde hace mucho tiempo, desde que eran unas bebés, y siempre habían sido inseparables, su amistad se basaba en la confianza, el amor fraterno, y la lealtad, a _____ le sorprendía ver lo mucho que todas habían cambiado con el paso del tiempo, y lo unidas que seguían.
Se desconecto por un momento de la conversación, recordando su pequeña charla, si podía llamarla así, con Niall, en su cabeza no cabía la idea de que por fin había escuchado su voz, y había visto de cerca sus ojos, aquellos ojos azules que le encantaban.

Mientras tanto, Niall, Alejandro, y Liam, se encontraban en la casa del ultimo nombrado, era grande, ya que prácticamente allí vivía toda su familia, empezando por sus padres, su hermana con su esposo y sus dos hijos, su hermano y su novia embarazada y el, tal vez, pronto viviría Belen allí con ellos, si lograba que ella fuera su novia, o mejor dicho, si algún día llegaban a casarse.

-por fin se el nombre de la chica del tren-dijo el rubio sonriendo-su nombre es _____.
-lindo nombre-dijo alejandro-
-Belen y yo tenemos una amiga en común que se llama así. por cierto, quede esta noche con Belen, por fin le pediré que sea mi novia
-Que? es noche de confecciones? porque yo no tengo ninguna.
-al fin, hermano!-dijo Niall, levantando su copa e ignorando el uñimos comentario de Alejandro- celebremos por Liam y por Belen, sigo en mi posición y estoy seguro de que ella te rechaza. -los tres chocaron sus copas mientras sonreían-
-Cállate, Niall. Se que Belén me quiere
-tu ego es muy grande.

Liam estaba ansioso por pedirle a Belen sobre formalizar la relación, la conocía desde hace 1 año y desde entonces se había enamorado profundamente de ella, quería poder abrazarla, besarla y estar juntos por fin.
algo parecido a lo que sentía Niall cada vez que pensaba en su amor platónico, con la diferencia, que el tan solo sabía el nombre de ella.
Suspiro feliz, pensando en que por fin había conseguido acercarse a aquella castaña que tanto le gustaba, no le importaba que apenas si sabía su nombre, o que de hecho, no conocía nada de ella, eso le daba igual, las veces que le había visto le parecía perfecta, y en su interior, sabía que algún día la besaría, la llamaría "amor", él sabía que quería un futuro con aquella chica, que aún era un poco desconocida para él,  quería conocerla a fondo, ella le encantaba así no la conociera del todo, aún, pero algo dentro de el sabia que moriría al lado de ella algún día... sin saber que ese día estaba más cerca de lo que pensaba.

-oh por dios! Miren la hora que es, si en diez minutos no estoy en la estación, perderé el tren y no la veré!-dijo Niall parándose- nos vemos luego
-chao!-le gritaron todos, mientras él se dirigía a la salida-

Corrió y corrió, pero lastimosamente no llego, estaba a 15 minutos de la estación, y para cuando había llegado el tren estaba empezando su camino, desilusionado suspiro y a paso lento y mientras empezaba a llover, volvió donde sus amigos.
Ella, por su lado, esperaba la hora de que aquel rubio en el que pensaba todo el tiempo entrara en el tren y se sentara enfrente suyo, pero esa vez había sido diferente, un señor muy alto, gordo y sudoroso había estado frente a ella todo el camino, hasta llegar a su parada, bajarse y caminar –bajo la lluvia- las pocos calles que la separaban de su casa.
No podía esperar a que el quisiera subir o que sólo quisiera coger el mismo tren solo por ella, eso era ridículo (pero cierto).
El rubio quizá tenía novia y estaba en ese momento juntó a ella, eso la desanimo, pero nada haría que el dejara de ser su amor platónico.
Pero tampoco podía pedir algo más ahora, porque sólo eran desconocidos, que coincidan en el mismo tren.

-hola?-grito, esperando la respuesta de Tamara, pero solo hubo silencio-

camino hasta su habitación, se puso su pijama y camino lentamente a la cocina para hacerse un café. "tranquila, ______, una vez que no lo vez, no pasara nada" pensó para sí misma y suspiro, mañana seria otro día, y estaba segura que lo vería en el tren de la mañana. Recibió una llamada, era de su jefe, y recordó que hoy tenía que trabajar en la noche también, su jefe le había pedido que hiciera doble turno, y también se supone que tendría que haber estado hace una hora en el restaurante, y temerosa, contesto con un "hola?".

-____ _____, porque no estás en el trabajo ahora mismo?
-tuve que quedarme en la universidad a hacer un trabajo, le habría avisado pero el celular se me descargo y apenas lo puse a cargar-dijo mintiendo, era mala para hacerlo, pero en esta ocasión era necesario, no quería perder su empleo, solo esperaba que su jefe la creyera y le perdonara la falta-
-okay, pero el sábado tendrás que reponer el turno de hoy, y espero que esto no vuelva a pasar, nos vemos-dijo su jefe, antes de colgar-

Suspiro guardando su celular, debía concentrarse más en sus estudios y en su trabajo, le gustaba Niall, y mucho, pero no podían descuidar lo que era importante solo por pensar en el.
Aunque tampoco podía echarle la culpa de todo a su amor platónico, después de todo, había sido su decisión quedarse un rato con Wendy en su casa a ver una película, comer helado y tomar vino.
Ese día debería de llevarse el récord de suspiros hechos por ella, tal vez si ganaba algún premio se lo dedicaría a su rubio amor platónico, ya que era el causante de ellos.

JUEVES| N.H. |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora