Después de la partida de los Kuran, no paso mucho tiempo en que Zero empezó a deprimirse, siempre andaba solo y mas aun recordando a Kaname, ese estúpido vampiro lo había utilizado en todas las formas, debió alejarse de el pero no pudo ya que lo ama...
Cross Kaien estaba muerto también sus pequeños y una gran sed de venganza había invadido a Yue, la muerte de esa perra no sería suficiente aliciente para nuestro demonio.
***con Yue***
Con saña Yue agarró el cuello de Yuuki para luego adentrarse en el infierno, y cuando llegaron al infierno él empezó a torturar a Yuuki.
— sabes, gracias a ti perdí a una persona muy especial, pero mejor no hablamos y vamos a la acción — hablo con malicia e irá
— ¿Que me vas a hacer? — pregunto aterrada Yuuki
— probar algunas cositas que encontré por ahí — sonrió para luego acercarse hasta tomar una máscara de hierro — sabes, el nombre de esto es la cabeza de asno
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— qu...que me hará — Pregunto muy asustada
— recuerdas que te pregunte antes de venir, pues te dije que te arrancaria la lengua y esto hace el trabajo — sonrió para luego colocarle la máscara y empezar a cortar la lengua — ahora ya no hablaras mas — le susurró al oído
Después solo los gritos de dolor se escucharon por todo el lugar, mientras Yue sonreía y alistaba lo próximo que utilizaría.
— esto se llama la silla sumergible, se utiliza en el agua, pero como aquí no hay ríos o lagos, pero si ríos de lava, hay que probarlo — sonrió mientras amarraba a Yuuki a la silla — agradece que es de madera por eso solo te sumergire una vez — hablo muy emocionado
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Yuuki se movió tratando de librarse de sus amarres, pero le fue imposible, ya que Yue empezó a bajar lentamente la máquina, mientras solo los gritos desgarradores se escucharon y el olor a carné quemada empezó a salir del cuerpo de Yuuki; pronto todo el cuerpo estaba dentro del río, mientras Yue reía y alistó un nuevo aparatito. Sacó el cuerpo todo quemado de Yuuki, su piel estaba que se empezaba a caer por las quemaduras, su rostro estaba deformado y se podían ver parte de los huesos de todo el cuerpo.
— esto se llama la pera, es un juguetito que encontré por allí, vamos a probarlo quieres, pero tu cuerpo esta maltrecho, así no funcionará, ya se te voy a curar — con lentitud la curo haciendo que duela mucho mas que estar sumergida en lava, después agarró su juguetito y empezó a hablar con una sonrisa muy maquiavélica — esto se pone en la boca, ano y vagina, ¿Dónde quieres que te lo ponga? ¿En el ano? ¿Vagina? O ¿La boca?, pero que tonto, tu no puedes hablar — mientras se tocaba la frente y movía la cabeza de un lado al otro
