Capítulo 2

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POV YOONGI

- ¿Qué le pasa? - Digo intentando no sonar raro.

El chico se me quedó mirando con sonrojadas mejillas, seguramente del llanto, estaba seguro de que se encontraba bloqueado, en estas ocasiones es mejor no presionar, esperar a que sepa que articular. Fijándome mejor se ve muy adorable, casi ni se diría universitario, siendo sincero, pero igualmente es digno de admirar, tiene unas marcadas piernas, y rechonchetes mofletes, sin hablar de sus carnosos labios.

- Eh-... - Cuando parecía que iba a decir algo, solo pudo dejar silencio en la sala, de nuevo.

Tendré que comenzar yo.

- Muy bien, ¿tiene problemas con alguien? ¿Tuvo una pelea? ¿Amistades? ¿Pareja? - Mierda, estaba haciendo muchas preguntas.

El pequeño de a poco se mostró agobiado, mierda, mi curiosidad no puede dominar la situación. Me levanté y dejando los lentes en el escritorio, me dirigí lentamente hacia el que deducía, menor.

- Muy bien, tranquilo, ¿si? - Procedí a decirle en expresión tranquila.

- Es qué... L-lo siento mucho...

- ¿Qué? No tienes por qué disculparte, solo tranquilizate, yo estoy aquí para escucharte, y por supuesto ayudarte. - Entiendo que esté bloqueado, ¿le habrá obligado alguien a venir? Podría haber venido cuando estuviera preparado, no tiene sentido venir a mediar si no quiere hablar, total.

Procedí a coger una libreta y un bolígrafo para apoyarme sobre el pupitre al lado del chaval, que me miraba con ojos cristalinos, simplemente plasmé palabras, oraciones sobre el papel, me gustaba hacer rimas, "componer", plasmar mis sentimientos. Estaba concentrado en mis pensamientos cuando escuché una dulce voz que me interrumpía.

- Tú... ¿Siempre estás aquí? - Procedió a hablar.

- Normalmente, siempre que no tenga clases importantes.

- ¿Y no te aburres? ¿Estás solo?

- Me gusta estar solo, no es aburrimiento para mí si tengo algo en qué pensar o escribir.

- Entiendo...

- Oye, estás aquí por tí, no por mí. - Le sonreí de costado, mirándolo a los ojos por un momento, acto que hizo ponerlo algo nervioso, o eso pude notar. Cosa que ignoré. Me dirigí a mi escritorio para recoger mi carpeta.

Obteniendo un suave y tímido "sí" por respuesta, me colgué la cartera.

- Supongo que ya se va...

- Sí, discúlpame, ya te pasas cuando tengas las ideas más claras, ¿te parece?

- Sí... Me paso mañana... - Dijo con la mirada en el suelo, jugando con sus pulgares.

¿Mañana?

- Bien... - Fue lo único que conseguí articular, abandonando ambos el lugar y cerrando la puerta con llave mientras escuchaba los pasos de aquel tímido chico alejarse. Se frenó en seco y se giró para gritar alegremente desde la otra punta del pasillo:

- ¡J-JiMin! ¡Mi nombre es Park JiMin!

Se veía más animado, extrañamente eso me alegró cálidamente en lo más profundo de mi corazón, yo solo me digné a esbozar una leve sonrisa de lado, ahora sabía su nombre, «Park JiMin».

Aquel lindo nombre resonó en su mente.

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