†Sentimientos Pasajeros†

3. Una promesa cumplida

Su sonrisa se esfumo al verme, mostrando ahora, una sonrisa forzada. Trate de observarlo lo mejor posible, tal vez no era Akira, tal vez...era mi imaginación. Pero no, mientras mas se acercaba a mi, pude analizarlo completamente. Definitivamente era él. Jamás podría olvidar aquellos ojos melosos, que tanto me encantaban, junto con sus labios aterciopelados color rojo. Me encantaban.

-Hola...—Saludo aquel rubio mientras tomaba a Yutaka de su otra mano libre, para poder ayudarme.

-Uh, hola—Respondí a su saludo mientras tomaba a Yutaka con mas fuerza. Parecía un costal de papas, difícil de llevar. Mire de reojo al nuevo acompañante, tratando de analizarlo aún más, hasta que observe como dirigía su vista a verme. Por la impresión, me sobresalte llevando mi vista hacia el alcoholizado de mi amigo.

-Bien...te ayudare a llevarlo a afuera.—Sonrió amablemente.
Asentí mientras me apresuraba hacia la salida que cada vez me parecía mas lejana, y claro, con él rubio a mi lado, me ganaban los nervios; mi corazón palpitaba desenfrenado, ¿se acordaría de mi?, o tal vez, fui un tonto que se ilusionó de más.

Al salir, Yutaka se mantuvo en pie mientras veía con una gran sonrisa al rubio.
-¡Akira!, ¿que haces aquí?, ¿vienes con tu novia?.—Aquella pregunta me dejo atonico, había dicho "¿novia?".
Bueno, era de esperarse, habían pasado aproximadamente 20 años, sería estúpido si no hubiera tenido ninguna relación durante ese largo periodo.
Yo había tenido varias relaciones
"amorosas", si así es el término correcto para eso. Solo eran amoríos de un día para otro. No es que me acostara con él primero que pasara frente a mi, pero solo lo tomaba a pequeños " jugueteos ".
Claro, una que otra vez llegue a ilisionarme de más. Como siempre, termine con él corazón roto, rompiendo en llanto, pero...era de verdad un idiota.

-¿Eh? ¿lo olvidas?, no tengo pareja desde hace tiempo, Yutaka.—Aclaró él rubio con una sonrisa un tanto nerviosa mientras lográbamos salir de aquel asfixiante lugar.

Suspire aliviado por sus palabras.
Al salir, Yutaka se levantó por su cuenta, encaminándose hacia él hombro izquierdo del rubio, dando un pequeño golpe sobre este, seguido de una carcajada por su parte.
Al ver que mi amigo se había levantado, me recargue en la pared, a un costado de aquel rubio. Cruze mis brazos mientras observaba sus acciones, tratando de no mostrar demasiado interés en ello. Aunque por dentro quería tomar con furia a aquel ebrio, meterlo al coche e irnos de ese lugar lo mas pronto posible. Mi corazón seguía latiendo desenfrenado, esto me causaba pánico. Ya no quería estar ni un segundo más en aquel sitio, cerca de él...

-¡¿Cómo?!, ¡seras idiota, Akira!, ¡todos andan tras de ti, incluso Takashima!, ¿por qué no le haces caso de una buena vez?.—Cuestionó Yutaka dedicándole una gran sonrisa burlona. Akira no hizo mas que mirar hacia el suelo un tanto avergonzado por las palabras de aquel ebrio.

Inclusive a mi, sus palabras me habían dejado con los ojos enormemente abiertos. Sintiendo como si aquellas palabras hubiesen atravesado mi pecho con presura. Sentí una gran presión en dicha zona, lo cual me alarmó. ¿Quién demonios era Takashima, y por qué gustaba de Akira?.

-Demonios.—Suspire tratando de aclarar las cosas en mi mente. Decidí encender un cigarrillo esperando a que eso lograra relajarme. Mire hacia él cielo, observando como el humo hacia vaivenes en el aire, para después esfumarse en la nada.

La noche se encontraba iluminada por las dislumbrantes luces led de aquel bar, junto con los vehículos que pasaban una y otra vez frente a nosotros, otros locales, y demás.

-Taka, creo que ya deberíamos irnos, es demasiado tarde.—Aquellas palabras me hicieron sentir un gran alivio, tire la coleta del cigarrillo a un contenedor cercano, asentí con una media sonrisa.

-Bien, nos vemos pronto, Akira.—Se despidió mi amigo con un fuerte abrazo. Alce mi diestra para despedirme igualmente del rubio. Esta, fue tomada con delicadeza, me dirigió una sonrisa encantadora mientras agitaba mi mano suavemente. Eso me hizo estremecer por dentro.

-Hasta pronto.—Dijo manteniendo su sonrisa.

Nos encaminamos hacia él coche que se encontraba aparcado frente al bar. Yutaka se veía cansado, mas de lo normal, o simplemente de las otras veces en que habíamos ido a beber.
Al paso de los minutos, fui mirándolo de reojo, claro, tratando de mantener siempre mi vista al frente para no ocasionar algún accidente automovilístico o algo por él estilo. Por fin se había dormido.
Estacioné mi auto frente mi departamento. Me quede en completo silencio por unos segundos, manteniendo mi vista fija hacia un punto  en la nada. Tratando de mantener todos mis sentimientos y pensamientos controlados.
Baje del auto, me dirigí a la puerta del copiloto para así poder abrirla y poder sacar al alcoholizado de amigo. Agité sus hombros con brusquedad, esperando a que despertara, pero no hizo ningún gesto alguno.

-Maldición... ¡Despierta, Yutaka!.—Grite cerca de su oído. Dio un pequeño salto por el susto mientras abría sus ojos rápidamente. No pude evitar esbozar una pequeña sonrisa al verle, quería soltar una carcajada.

-Demonios, Takanori. Vamos, no me despiertes así, ¿a caso quieres que muera?.—Preguntó con él ceño fruncido mientras salía del pequeño auto con movimientos torpes.

-Anda, camina y calla.

***

Me dirigí hacia mi habitación, tome una manta y me encamine hacia la sala de estar, donde ahí, se encontraba mi amigo sentado en un uno de los sofás grandes. Le extendí la manta y este, la tomo si reproche mientras me miraba cansado.

-Anda, en mi habitación hay una pijama y una camiseta. Cogelos y vistete.—Indiqué mientras señalaba con mi dedo índice mi habitación.

-Taka, hoy estabas extraño.—Comentó él castaño mientras me miraba.

-¿Extraño?, ¿por qué lo estaría?. Ah, claro, porque siempre tengo que cargar contigo.

-Ya, deja de decir tantas tonterías. Es sobre Akira, ¿cierto?.—Preguntó con curiosidad. Parecía que aquel "ebrio", había vuelto a su estado normal.

-¿Qué tiene que ver él?.—Cuestioné nervioso.

-Olvidalo, ideas mías.—Suspiro cansado mientras se dirigía con pasos lentos hacia mi habitación.

Este día estuvo repleto de emociones, por dentro estaba feliz, porque aquella promesa que me había echó Akira, por fin la había cumplido...

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Esperó que les este gustando ;3
Gracias por leer.