Amber se levanto, con una felicidad que la rodeaba, recondando que el dia en el que se encontraba, no había clases. Ni siquiera se molesto en cambiarse y bajo al piso de abajo, con intenciones de saludar a Aria.
Al bajar la vio sentada tomando un café, esta al notar su presencia se levanto y la abrazo.
-¿Como dormiste? -Preguntó Aria-
-Muy bien. -Respondió Amber vasilonamente-
-¿Podrías ir a la tienda de la esquina a comprar un sobre de café? -Preguntó Aria-
-Ehmh, claro. -Respondio Amber con cara de cansada-
Aria le entrego algo de dinero a Amber y esta salió de la casa, con el fin de ir a la tienda.
Mientras caminaba por una larga calle, un hombre grande con capucha negra y un cuchillo en mano paso por su lado. Ella dudo que hacer y para que no la ataque siguió caminando disimuladamente.
Al cabo de un tiempo no se veía más a aquel extraño hombre.
Siguió caminando, las hojas caían de los arboles delicadamente sin hacer el más minimo ruido, tan solo el del vientoo golpear los arboles y que estos se muevan.
Al cabo de unos minutos, Amber llego a la tienda.
Esta ordeno un sobre de café, el chico que la atendía se lo dio y le dijo la cantidad de dinero. Amber pagó y se dirigió a irse y el chico le sonrío y le dijo suerte.
Esta involuntariamente se sonrojo y prácticamente salió corriendo. Fue por la misma ruta por la que llego, pero en sentido contrario.
Al entrar a su casa, vio a Aria en el piso, con una espada incrustada en el centro de su cuerpo.
-Ellos vendrán por t-tí. -Susurró Aria-
-NO NO NO, ARIA NO. -Gritó Amber mientras gotas de agua bajaban por su rostro-
De la nada, se escuchó un gran golpe en la puerta.
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Pura Oscuridad.
Fantasy-Ella es mi hija. En poco se convertirá en la última elemental de oscuridad. -Pe-pero.. -Fue interrumpida- -Cuidala, por favor. *** Un mundo donde existen siete elementos: Fuego, agua, tierra, viento, metal, protección y oscuridad. Este último ha ll...
