Desde la desaparición de sus padres, Alisson Bloom es la única heredera de imperios Bloom, pero su desdén por las reglas y su poco interés por el negocio familiar, la llevaron a entrometerse en un mundo totalmente diferente y un tanto peligroso, per...
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Me levante temprano para ir a la universidad, extrañamente me encontraba de muy buen humor así que decidí caminar por las calles hasta llegar a mi destino pues por culpa del idiota de Alex había dejado mi linda moto fuera de la publicidad, entre tranquilamente a la clase de química sin que me importaran los murmullos de mis chismosos compañeros y me senté con Jane, mientras llegaba el profesor aproveche para contarle absolutamente todo lo que paso en la publicidad y cuando digo todo me refiero a todo lo sucedido, en especial el asunto de la ducha y mi pequeña venganza hacia él, al llegar la profesora comenzó a dictar la aburrida clase con normalidad, sonreí satisfecha al ver que Alex no había llegado todavía así que supuse que seguía encerrado, Alisson uno, Alex cero
-¡TU!.... –escuche a alguien entrar al salón gritando, era Alex, sonreí para mis adentros y use mis habilidades de actriz
-¿Yo? –pregunte inocente mirando hacia todos los lados, bajo la atenta mirada de mis compañeros
-Como te atreviste –Comento bastante cabreado
-No sé de qué rayos hablas –Musite con desinterés
-Señor Williams, podría sentarse de una buena vez y dejar de interrumpir la clase –Exigió la profesora, este bufo y se sentó al lado de nosotras
-Profesora, aun no entiendo por qué ellos deben ver nuestras mismas clases, ni siquiera pertenecen a la universidad –Comente mirando a la maestra, ella rodo los ojos tomándose el puente de la nariz con las manos
-Sabía que no se quedaría callada Bloom –murmuro cansada, sonreí satisfecha –Esto es parte del intercambio que han hecho en las universidades –Contesto ella, abrí la boca enojada
-¿Intercambio? –Pregunte anonadada, ella asintió y voltee para ver a Alex sonreír triunfal, a mi lado Jane intentaba aguantar una carcajada por ver mi rostro
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-Es verdad, anoche no me dejaste comentarte este pequeño detalle –Dijo este, haciendo énfasis en anoche, provocando más murmullos y pequeños gritos de asombro en el aula de clase, apreté mis manos enojada
