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Jueves, 12 junio 2018, España

Carla se despertó, preguntándose donde estaba, que había sido este sueño, ¿Catalina?, intentó recobrar el sentido y parpadeo dos o tres veces hasta sentir que ya estaba del todo despierta, miro el reloj de su mesilla que marcaba las 3: 45 a.m., luego a su alrededor.

Estaba en su cuarto, la luces estaban apagadas, sentía calor, frunció el ceño ¿porque sentía calor si el aire acondicionado estaba encendido?, sintió unas manos que la atraían más hacia algo duro y marcado; se dio la vuelta solo para contemplar el rostro de su esposo, seguía dormido a su lado, su gesto había sido un acto de reflejo, no quería despertarlo, se le notaba relajado, tras realizar un pequeño movimiento lo sintió, estaba desnudo; Carla se sonrojo, recordó que yacieron esta noche, creía que se había puesto el pijama igual que ella, debió de sentirse demasiado agotado para no hacerlo, ¿cómo no?, si casi lo había dejado exhausto.

No pudo evitar sentirse mal, estaba desentendiendo a su esposo gracias a esos estúpidos sueños, la mayor parte de tiempo le pasaba, después de sus largas sesiones románticas con Víctor acababa soñando con otro hombre en diferentes situaciones, y al que nunca vio el rostro, pero solo con simples roces podía sentir tantas cosas, solo con esos sueños se sentía completa, y eso era agobiante, llevaba cinco años soñando con otro hombre después de acostarse con su esposo, eso la llevo al extremo de no desear que él la tocara siquiera, se sentía mal por soñar con otro hombre. Pensar en todo eso le provocaba fuertes dolores de cabeza, saco de su mesita de noche el bote de pastillas que le receto el médico para el dolor de cabeza, se le olvido por completo el tomarlas, se habría ahorrado esos dolores, necesitaba un vaso de agua.

Carla se bajó de la cama, procurando no despertar a Víctor; se puso su bata, y salió del cuarto, bajo las escaleras rumbo a la cocina. Una vez en ella, cogió un vaso del armario, abrió el grifo y se llenó el vaso con agua.

Entre tanto que se tomaba el agua, se quedó de pie observando desde la ventana la luz de la luna que iluminaba la cocina, todo parecía tranquilo ajeno al túmulo de pensamientos que se llenaban en su cabeza, una noche que debió haber sido maravillosa se vio arruinada por aquellos sueños, que hasta ahora ella no se lograba explicar.

Tras guardar el vaso, decidió pasar por el cuarto del pequeño Nick. un par de pasos por las escaleras hacia la planta alta la hicieron llegar al cuarto del niño que era el primera puerta a la izquierda tras llegar en el pasillo, el niño dormía con la puerta entreabierta la mayor parte de veces, Carla se adentro al cuarto de su hijo evitando hacer ruido y, allí estaba el pequeño, durmiendo plácidamente, le acaricio la cabellera, mi niño hermoso, pensó. Nick tenia los rasgos muy distintos a los de Carla y Víctor, aunque se parecía un poquito más a Carla, volvió a cubrirle bien la sabana de nuevo.

-Me imagine que estarías aquí_ no hacía falta que ella se girara pues ya sabía que detrás de ella estaba su esposo, el con un movimiento sutil la agarro de la cintura y la beso al cuello, ella no pudo evitar sentirse culpable por todas las cosas que pasaban por su cabeza- Ese pequeño travieso, le amo pero, se ve mejor dormido_ los dos se quedaron mirando unos segundos al niño y haciendo un recorrido en la memoria de todas las travesuras que podía hacer despierto.- Anda volvamos a la cama, mañana hay mucho trabajo.

Carla asintió,  le dio un beso al niño y se fue a su cuarto junto con su esposo. Pasaron unos minutos para que volviera a reconciliar el sueño, hasta que al final se cayó rendida en los brazos de Morfeo.

Carla fue la primera en despertarse de nuevo, esta vez no hubo más sueños que la desvelaran, miro el reloj, las 6:30 a.m., su hora automática para levantarse de la cama y como todas las mañanas salir a correr media hora antes de irse al trabajo. Abrió el vestidor que estaba repleto  de todo tipo de ropas de grandes marcas y cada sección estaba bien ordenada, desde los zapatos hasta las joyas, todo estaba en su sitio; Carla se dirigió a la sección de ropas de deportes, tomo unas medias, un top sin mangas y un suéter. Después de ponerse el conjunto salió a correr  por el  vecindario, con hearts ain´t gonna lie de Jonas Blue y Arlissa.

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