Capítulo 2

19 1 0
                                    

Después de 6 meses en el entrenamiento, llegó un chico pálido, flacucho, de ojos rojos y gafas para ver mejor. Parecía más carnada que alumno. Muchos empezaron a molestarlo. No podía dejarlo así, por lo que le enseñé un poco de lo que sabía. Pronto mejoró mucho, además de volverse mi mejor amigo, Colín Computer. Éramos como uña y mugre... Obviamente el la mugre. Luego llegó otro chico algo... Excentrico... Shrignold Butterfly. Ese chico solo hablaba de Malcom, del amor y la verdad no le veíamos futuro en el ejército, pero aún así era bueno con la espada. Parecíamos los 3 mosqueteros.

- Hey Tony! Es tu turno de pelear!

- Contra quién voy Shring?

- Jason...

-Pan comido...

- Seguro? El es más grande que tú...

- Acaso me has visto perder, Colín?

- No pero...

- Entonces déjame a mi manejar a ese grandulón carnoso...

Y en menos de lo que se esperaba, ya lo había vencido, casi sin el menor esfuerzo. Casi siempre era así. No había nadie que me diera pelea. Hasta que llegó él.

Habíamos escuchado que se iba a unir alguien nuevo al entrenamiento, así que muchos estaban ansiosos por saber quien era... Excepto nosotros. Habíamos llegado a un punto que solo nosotros 3 nos hacíamos competencia, así que uno más nos venía igual, pero cuando vimos quien era, no podíamos con nuestra sorpresa.

- Chicos, hoy se unirá a nuestro entrenamiento un miembro de la realeza. Lucas?- En cuanto apareció, me sorprendió que el mismo príncipe quisiera entrenar con nosotros. Se supone debía estar con otras cosas, como la magia.

- Hey Tony, que no ese es tu cuñado?- Se rió como tonto.

-Callate Colín, Paige no es mi novia, es mi amiga.

- Sabes que eso no es verdad. La amas, se te nota en la cara...

- Shring, cállate.

- Solo digo...

- Pues no digas...- Lucas se inclinó en forma de saludo.

- Espero que todos den lo mejor de sí. No quiero que por ser de la realeza se contengan.- Luego me miró detenidamente. - Sobre todo tú, Anthony the Clock...

Todos se nos quedaron viendo, como si fuera a haber un gran espectáculo. Luego de eso, entrenamos como siempre: batallas entre nosotros. Los dos mejores que pasaran a la final, tenían que disputarse un día libre. Cada semana, yo era el ganador. Y claro, pasaba el día con Paige (aunque a escondidas, pues ella no podía salir y menos con un prospecto de guardia), pero está vez, no sería tan fácil. Paige me había dicho que Lucas entrenaba con ella esgrima, y el único oponente que me había costado vencer era Paige. Nunca estuve tan nervioso... Ni tan ansioso. Quería medir mi fuerza contra alguien que valiera la pena, y por fin lo tenía. No me costó nada llegar a la final, y por lo visto, tampoco a Lucas. Estábamos frente a frente, a punto de combatir.

- Está listo su majestad?...

- No me llames así. Se que a mí hermana le llamas por su nombre, así que has lo mismo conmigo. Me incomodaría que el novio de mi hermana me diga "su majestad".

- No somos novios!- sentia arder mis manecillas.

- Jajaja hasta sincronizados están... Pero eso no importa ahora mismo, cierto?- Lanzó su ataque, algo directo y sorpresivo, pero pude esquivarlo con mi espada. Debí suponer que era una forma de distraerme, varios lo intentan así.

Peleamos limpiamente, dando lo mejor de ambos. Fue una batalla reñida, y para muchos épica. Se oían los golpes de las espadas, además de que ambos sudabamos y respirabamos agitados por el esfuerzo. Al final, aproveche una distracción que tuvo, como si estuviera escuchando atentamente a alguien más, dejándolo en el suelo.

- Vaya... Si que eres bueno... Tiene razón Paige, tu eres un buen oponente en el esgrima...- le extendí la mano, ayudándolo a pararse.

- Hacia tiempo que nadie me daba una batalla así de emocionante, debo agradecerte el considerarme un oponente digno...

- Creo que si podrás cuidar bien de Paige. Ella es... Muy inquieta. Nos mete siempre en problemas. Así que será mejor que la cuides bien...

- Suena como si me fuera a casar con ella jajaja. Si eso fuera, el mismo rey me mataría. Pero prometo cuidarla mientras paseamos, de todos modos somos amigos...

Y siempre he cumplido esa promesa. Si, Paige es muy inquieta y se mete en líos a cada rato, pero mientras está a mi lado, nada ni nadie puede dañarla...

My colorful princessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora