Castiel x Natheniel, historias de amor.

Especial San Valentin?? 600/Final 1

Narra Nathaniel.

Ya habían pasado dos semanas desde que nuestro Centurión se había casado, ¡casado!, no me lo podía creer, mi cerebro aún no lo digería del todo, era cierto que yo inferí lo que pasaba desde el momento en que Leigh y Rosalya habían entrado a la catedral, pero eso no significaba que me dejaba menos atónito.

El pensar que yo conocía su secreto era un poco perturbador, en mi vida yo nunca había roto ni una sola regla y ahora mírenme, soy parte de una conspiración que se esparce en el mismísimo corazón de Roma.

Me explico, al terminar la ceremonia de bodas, de la cual solo fuimos testigos Castiel, Lysandro, el chico peli azul que se llamaba Alexy y yo, el sacerdote Armin nos apartó a mí y a Castiel del resto que celebraban alegremente la nueva unión, para de proponernos algo inverosímil.

- Y ¿qué dicen? - Decía con brazos cruzados el chico peli negro.

- ¿Quieres que nosotros ayudemos a las parejas... –

- que quieran casarse a venir aquí? – Cuando deje de hablar Castiel termino mi frase, como si fuera dicha por una sola persona, intercambiamos una mirada atónitos ante lo que acabábamos de escuchar.

- Exacto, por favor ayúdenme a que los enamorados sepan que yo, el sacerdote más asombroso de este país, está dispuesto a casarlos – Dijo señalándose con orgullo – Y guíenlos hasta aquí –

Después de mucho discutir terminamos aceptando la petición del oji azul, los sacerdotes dan miedo, pueden tener capacidades de persuasión muy fuertes.

En este momento me encontraba reforzando junto con otros compañeros las paredes de la muralla exterior, cuando a lo lejos, sobre el terreno baldío que rodeaba el campamento, divise lo que parecía una nueve de arena "¿Qué es eso?" me quede fijamente observando, hasta que de entre la tierra pude divisar los carros de guerra, el terror me recorrió cuando me di cuanta quien estaba a la cabeza.

El emperador Kentin II y sus hombres se dirigía hacia el campamento a toda velocidad con lanzas en mano.

Comencé a temblar "Nos descubrieron, no es posible, tengo que avisarles", con eso en mente de inmediato me introduje al campamento con rapidez, tenía que decirles, lo que habíamos hecho era una traición al emperador y por concerniente a todo el país de Roma, ese crimen se pagaba con la muerte, pensaba que aún podrían escapar si encontraba al Centurión y a Castiel.

Corrí entre las construcciones "Castiel, ¿Dónde estás?" arroje a mis compañeros a un lado a mi paso, trastabille un par de veces con lanzas mal puestas y materiales de construcción, pero no me detuve, debía encontrarlos, debía salvarlos.

Fue entonces cuando escuche cuando el grupo de carros entro al campamento, me gire para ver cómo estaban destruyendo todo a su paso, los soldados corrían en retirada y el emperador movia sus ojos con furia buscando a los responsables del crimen cometido, "si no me apresuro..."

-¡Aaaah! – Entonces escuche un grito, pero esa voz me parecía familiar...demasiado familiar "¡No, NO!"

- ¡Tenemos a uno de los traidores! – frene en seco y corrí di media vuelta en dirección a la voz, ese grito de dolor, era de...

- ¡agh!- "¡Castiel!"

- Has traicionado a tu país – Pare en seco, dos hombres sostenían a mi oji gris frente al emperador, quien le hablaba a Castiel con despresio - ¡Pagaras con la muerte! – Al decir esto Kentin II tomo su espada, la alzo sobre su cabeza, dirigiéndola hacia el oji gris, Castiel intento liberarse pero uno de los soldados que lo sostenían pateo su costado con fuerza, haciéndolo doblarse del dolor.