I shoot a man down - Kaisoo

Confused

Kyungsoo llevaba demasiado tiempo dormido, su novia lo había visitado, pero durmió la mayor parte del tiempo y evitó que lo tocara de la manera más amable que pudo. Sus sentimientos estaban adormecidos y su mente se había desconectado de la realidad, tal vez estaba en depresión pues aunque podía dormir todo el día durante la noche tenía pesadillas que rememoraba eso, él hubiera deseado enterrarlo en una caja al fondo de su mente. Despertaba con el cuerpo tenso y cansado, empapado de sudor y para su propia sorpresa algunas veces con una erección que solo lograba confundirlo.Tuvo un pequeño desgarro en la ingle por el cual fue al médico, se estaba curando, aunque su ano estaba sensible y eso solo lo ponía de mal humor. Tenía dos semanas encerrado en su departamento comiendo solo fideos instantáneos y comida a domicilio, estaba gastando el mes que tenía antes de integrarse al laboratorio hundiéndose en su propia miseria.

Cada que despertaba de una de sus pesadillas se daba una ducha con agua fría, pensaba largo y tendido sobre el porqué de sus reacciones, a pesar del dolor intenso, odio, cansancio y pavor que existía en su cuerpo después de ese suceso también había tenido una erección, no tenía lógica alguna, pero nada en su vida conservaba alguna lógica. Su cuerpo respondiendo a un acto tan asqueroso y doloroso solo era la cereza del pastel esto lo descolocaba cada que se recordaba a si mismo tirado en aquel sucio y frío piso sintiéndose indefenso y débil, pero con su pene palpitando, estaba demasiado asustado para llegar al clímax pero eso no había evitado la evidente respuesta de su cuerpo, la muestra de su humillación, se había tomado un momento para acomodar su ropa y esconder su miembro antes de salir corriendo a pesar del dolor y la sangre.

Salir de noche siempre se había sentido natural en él, era un ser nocturno que disfrutaba de las caminatas a la luz de la luna, aunque ahora solo le recordara lo sucedido, manteniéndolo encerrado en su habitación, eso tampoco era normal, no tener miedo era parte de su personalidad y eso lo enfureció lo suficiente como para obligarse a superarlo e intentar. Dos noches después al despertar de una de sus pesadillas tomó una decisión: lo mataría, tomaría su vida en sus manos, así dejaría de tener miedo y su orgullo de hombre volvería a estar intacto, tal vez incluso las pesadillas y las erecciones terminarían, sabía que su decisión era un tanto drástica pero el ya no era el ser lógico y práctico que fue antes, se volvió instintivo y amargado, lo sabía. solo después de su muerte su vida volvería a la normalidad y su familia y novia al centro. pronto su mente estaba clara y las dudas no existirían, esto podría ser una lección, no ser tan confiado y por supuesto empezar a hacer más músculo y aprenderá a defenderse, nunca volverían a someterlo así, no era indefenso y tampoco era una chica, no importa cuantas armas llevará la otra persona.

Investigó algunas cosas sobre ese chico, tendría su venganza y lo haría en las próximas dos semanas. A pesar de haber ido al antro varios días a la semana no lo encontró allí hasta el jueves por la noche, a la misma hora del viernes y supuso que sería lo mismo al día siguiente así que lo vigilaba desde la distancia, sabía que su padre era un magnate empresario, pero no dejaría huella que perseguir, una parte de él quería pensar que hacía eso por el bien de los demás y que así Jaewon no se lo haría a nadie más, la furia fría duramente contenida en su interior le recordaba que llevaría a cabo un acto egoísta de venganza y orgullo.

El viernes visitó a su familia y se quedó hasta la mañana del sábado, entró a la habitación de su padre solo para sacar de su escondite la pistola que sabía estaría escondida en la caja con llave al fondo del clóset. Tarde salió camino a su departamento solo para cambiar su ropa y cubrirse un poco la cara, tenía las maletas hechas y en casa de su novia para viajar a la mañana siguiente, Habiendo estudiado el lugar y encontrado la salida trasera donde no había cámara, estaba todo listo. Entró  con una sudadera, gorra, lentes y un cubre bocas, lo único que retiró fue el cubre bocas mientras intentaba subir al segundo piso donde podría apuntar con facilidad. No era su primera vez apuntando o presionando un gatillo y agradeció que su padre lo enseñará a cazar.