—Y ... ¿Qué tan grande era?
—¡Isis! ¿Has oído todo lo que he dicho?
—Perdona, me perdí desde que mencionaste que le viste "el amiguito" al tipo.
Bufo, aproximadamente diez minutos de mi vida echados a la basura.
—Nice, no mires el lado negativo.
—Créeme que ha sido muy pero muy positivo.
Ambas reímos fuerte, luego Isis vuelve a hablar. —Estás en California, rodeada de una playa hermosa y alojándote en una casa de ensueño. No deberías quejarte tanto.
—¿Por qué no?
—Si fueras yo, ¡imagínate! pasaré mi último verano en casa de mi tía abuela Molly. ¿Sabes lo que eso significa?
—¿No?
—Además de que comeré tofu día y noche, porque ella tiene una dieta estricta por su gastritis, tendré que escuchar sus largos y pesados sermones sobre el sexo. Mi tía abuela es muy obsesionada con ese tema. Ha seleccionado una lista específica de canales sin contenido "mas 18" para no fomentar nuestro libido. ¡Por todos los cielos! Hasta Pepa Pig le parece sexual, ¿qué de pecaminosa puede tener esa inocente cerda?
Macabro.
—Isis, pero tú eres virgen...
—¿Eh?
—¡Isis!
—¿Mencionaste que él tiene una hermana?
—¡Isis! —chillo.
—¿Qué tal si hablamos después? Tía Molly acaba de descubrir que uso tampones extra jumbo.
—¡Isis!
—Y ya sabes, ella ve pecaminoso todo lo que tengas formas gruesas y alargadas.
Ella cuelga el teléfono.
No he salido de mi habitación en toda la tarde desde "aquello". Me he perdido un buen chapuzón en la piscina y el siguiente tour de Elsy por la mansión. Pero.. no quiero cruzarme con el tipo y menos quiero volver a ver su...
Nop, no quiero.
Siete de la noche y alguien toca la puerta. Estoy desparramada en la cama boca abajo, y en cuanto escucho los golpecitos en la madera tomo la almohada y cubro mi cabeza. Refunfuño interiormente.
¿Quién carajos es ahora?
— Berenice, estamos esperándote en la mesa —avisa mi padre.
—Tengo dolor de cabeza. Necesito dormir un poco —miento.
Papá no me creerá, lo sé. Berenice Gómez nunca ha tenido dolor de cabeza. Debí inventarme un excusa más creíble. Soy tan tonta.
—Está bien. Las costillas y el helado de lúcuma serán para otro día.
Dicho esto me incorporo de la cama como un feroz león que ha olfateado a su presa. No obstante, el recuerdo del chico desnudo frente a mí puede más. No puedo creer que lleve menos de un día en esta casa y ya le haya visto el miembro al hijo de los Grimaldi. No quiero ni imaginar lo que ocurrirá en mis dos semanas de estadía.
No me quiero ni imaginar.
...
Son las dos de la madrugada y mi estómago parece una fiera enloquecida en celo y muy hambrienta. Los sonidos de mi vientre podrían despertar a toda California. Necesito algo de comida en mi organismo, urgente, aunque sea un pedazo de pan.
YOU ARE READING
LAST SUMMER
Teen FictionEl último día de clases en la secundaria de Berenice Gómez, significa para ella algo bueno y malo: 1) Debe prepararse por fin para la universidad. 2) Debe olvidarse definitivamente de su amor escolar. Cuando cree que nunca más tendrá una oportunida...