El día que todo cambió

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En base al tiempo, comencé a darme cuenta que todos en mi escuela estaban cambiando, no de una mala manera ni tampoco de una buena, pues cada quien la tomaba de manera diferente, varias personas comenzaron a asistir a lo que en esos días sería la moda, un retiro de jóvenes.

Una amiga mía estuvo prácticamente toda la semana pidiéndome que fuera con ella, pidiendome que la acompañará, tengo que ser sincero, yo no tenía ni la más mínima idea a lo que me estaba metiendo, no sabía de que trataba, ni tampoco que era lo que tenía que hacer para asistir, por lo que yo sólo decía que si, con la esperanza que dejará de enfadarme y que con el tiempo se le olvidará.

Un día en el super mercado con mi madre, me llega un mensaje a mi celular, preguntándome si iba asistir pues estaban haciendo fila para el cupo en la catedral de la ciudad, por lo que le platique a mi mamá y me dijo que si, que saliendo me llevaba, en ese momento podría jurar que el mensaje me lo había enviado mi amiga insistiendo de nuevo.

Gran sorpresa que me llevo cuando veo la fila y comienzo a buscar a mi amiga y no la encuentro, la única persona que logró reconocer es mi prima, mi prima que siempre me a visto como un hermano mayor, más sin embargo nunca le e correspondido, era sobrina de mi mamá y las salidas familiares eran casi siempre de mi lado paterno y no del materno, no es una escusa y hoy en día quiero a mi prima con todo mi ser.

Una vez en la fila, me acomodó detrás de mi prima y me dice: creía que no ibas a recibir mi mensaje, en ese momento, todo tomo sentido, no era mi amiga quien me lo enviaba era mi prima, justo en ese momento llega ora prima para hacer la fila y justo en ese momento sentí arrepentimiento de haber asistido ese día, pues ya sentía que me mandaban más a cuidar a mis primas que a divertirme yo (lo único que sabía de este retiro es que conocías muchísima gente y todos regresaban muy felices, por lo que creí que iría de fiesta). En fin ya no podía reractarme, mi madre me hubiera castigado toda la vida, aparte como iba a decirle que no quería ir por que ahora sabía que mi prima era la el mensaje, ya no tenía vuelta atrás.

Una vez aceptado mi destino, la fila era para una junta, en la que no nos explicaban nada, en realidad sólo nos trataban como unos niños de guardería, por que el objetivo era entretenernos mientras los peces tenían una junta dentro de catedral. Lo único que sabía es que una semana más yo iría a un lugar desconocido, con un propósito desconocido y 90 personas desconocidas.

Finalmente llega aquel día un viernes por la mañana, me dejan en un parque y es aquí donde comienza mi aventura, justamente llegue a un lugar que nunca pensé que existiría tan cerca de mi casa, cuando nos bajan nos ponen a jugar, juegos infantiles, en los que no importará que hicieras, tenías la certeza de que todas aquellas personas no te iban a juzgar, por lo que actuaban como si nada importará.

Que sorpresa cuando me di cuenta que todo aquel teatro, era sólo con un sentido, hablarme de Dios, a decir verdad cuando me enteré de esto me desanime un poco, pues mi familia asistía muy rara vez a la iglesia, lo que quiero decir es que yo creía conocer a Dios, creia saber quién era y creía saber muchas cosas de el, nunca me imagine que en 3 días, aprendería más de lo que nunca había aprendido y que justo ese momento donde me presentaron ante El, fue el día que mi vida tomo una dirección totalmente contraria a lo que estaba haciendo en esos momentos.

Pasaron los tres días y creo que es lo más normal, cuando conoces a Dios por primera vez, te siente tan fuerte y poderoso que quieres cambiar a toda la humanidad tu sólo, lastimosamente vuelves a tu realidad, ojalá aquellos días hubieran durado toda la vida, pero llegó el final, tenía que partir a casa a los mismos problemas de todos los días, con un solo objetivo, hablar a las personas de lo que acababa de aprender.

Es gracioso pensar que aquel sentimiento de grandeza y de humildad, me duraría sólo una semana, pues ese mismo fin ya estaba saliendo de nuevo a fiestas, sin recordar nada de lo nuevo que había aprendido. Muchas personas pensarán, maldita persona hipócrita, por que hiciste eso y la respuesta es que las personas no pueden cambiar de un día para otro, se necesita de una gran voluntad, y de verdad tener esa necesidad de tener ese cambio en tu vida.

Otra cosa, hoy en día se tiene una mentalidad, que las personas que asisten a una religión son buenas, sin siquiera saber la diferencia entre el bien y el mal, creo que eso nunca podrá lograrse, pues el saber reconocer los actos buenos y malos, empiezan desde un lugar llamado casa, un lugar en donde desde pequeño se te van inculcado valores y en base a experiencias empiezas a diferenciar entre lo bueno y lo malo. Más sin embargo no significa que el que tu diferencies unas cosas como buenas o malas quiera decir que todos pensarán igual que ti, lo que quiero decir es que si para mi tomarme unas cervezas con mis amigos es algo bueno, para otras personas no lo es, y todo esto es base a la perspectiva que quieran verlo, por lo que no hay que juzgar a as personas por decir que tienen una religión.

Después de seguir de fiesta en fiesta, me comienza a llegar la invitación de asistir a unas juntas, en las que  asistiendo podría tener la oportunidad de formar parte del equipo de aquellas personas que me habían ayudado a conocer a Dios en esos tres días, esos tres días en los que había sentido la máxima felicidad en muchísimo tiempo, por lo que obviamente mi respuesta fue un rotundo si.

Soy un fiel creyente de que las personas nacemos para ser felices y en aquellos momentos mi felicidad estaba en ese lugar, un lugar donde cada vez conocía más y más personas, donde estaba conociendo a mis mejores amigos, donde para mi no existía nada más importante que asistir todos los días que se me pedía a estas juntas.

Hasta que por fin llegó aquel día, que por fin podría asistir a ayudar a tantos jóvenes como lo habían echo conmigo, en este punto de mi vida ya habían pasado aproximadamente 6 meses desde que yo había asistido a este retiro como un viviente y estaba a un paso de asistir como algo más en este momento, alguien que ayudaría a que todo esto se llevará acabo.

Cabe resaltar que estos retiros se llevaban acabo cada 3 meses y se formaban grupos dentro del retiro y en ese momento yo asistía como una propuesta para pertener a uno de esos equipos. Gran sorpresa me lleve cuando aproximadamente un amigo llamado Raúl me mandaría un mensaje, el mensaje que me haría la persona más feliz el mundo, me pedía mi número de celular para marcarle, en ese momento yo ya presentía algo, si es lo que todos están pensando, me habían aceptado en aquel equipo y ya podría asistir cada 3 meses a estos retiros, en ese momento ese era mi mas grande objetivo y lo acababa de cumplir, imaginen la satisfacción que se puede tener después de esto, a mi edad de 14 años, para mi era equivalente a que me regalarán un carro o como ganarme la lotería.

Continuaré....

Gran parte e mi vida se a basado en todo esto, la gran mayoría de mis decisiones a sido gracias a todo esto, quizás piensan que está es una obra para transformalos o acercarlos a una religión, pero simplemente quiero darles a conocer el por que de gran parte de las decisiones que e tomado, es por eso que para mi está parte de mi vida es algo indispensable.

Gracias a las personas que han llegado hasta este punto y aún me siguen leyendo.

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