Parte 2: Frágil

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El ojiazul observó la daga antes de suspirar y guárdarla en su chaqueta sabiendo que si tenía la oportunidad haría todo en su poder para evitar que otro instituto fuese destruido , el hijo de Lilith entro observando al nephlim que parecía a punto de sufrir un colapso nervioso
tranquilízate Alexander, te juro por el ángel que esta vez no atacare un instituto solo quiero mostrarte algo—

A lo que el ojiazul pudo respirar un poco más tranquilo deseando poder creerle al rubio
—pero antes necesito vendarte los ojos—
El nephlim no deseaba tener los ojos vendados pero sabiendo perfectamente que el rubio no le estaba pidiendo permiso solo cerró los ojos rezando a Raziel que nada malo ocurriera.
Sebastián se situó frente al indefenso nephlim hasta que su cálido aliento choco contra los labios cereza del ojiazul y sin perder tiempo lo tomo de la cintura Sonriendo atrapó los labios del pelinegro en un apasionado beso, alec se había sorprendido al ser besado por el rubio pero aún así no lo apartó pese a que hijo de Lilith había intensificado el contacto solo separándose del ojiazul cuando el oxígeno fue necesario no sin antes besar el cuello del pelinegro dejando varias marcas violáceas y rojizas
—me fascinas — susurro el hijo de Lilith haciendo sonrojar al ojiazul quien sólo sintió el pañuelo de seda obstruyendo su vista.
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Cuando se dio cuenta de que aquel pañuelo había desaparecido abrió sus orbes azules quedándose momentáneamente inmóvil al ver quién se encontraba frente a él ya que después de tanto tiempo de estar lejos del mundo humano nunca imaginó volver a verlo mucho menos después de aquellas palabras
«deberías conseguirte otro novio para que te quite lo amargado»
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"Deberías estar feliz Jonathan Cristopher Herondale, después de todo me convertí en la puta personal de Sebastián"
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"Ahora mismo lo que me interesa entender es que haces aquí"

Por su parte el ojidorado no podía creer que después de casi más de medio año  volviera a ver a su  desaparecido parabatai temiendo que fuese solo un sueño corrió a abrazar al ojiazul quien parecía estar temblando entre sus brazos  —perdoname alec ,debí de haber regresado en cuanto me lo pediste—
Aquellas palabras susurradas llenas de arrepentimiento  de parte del rubio lograron despertar al ojiazul de su trance aún así el nephlim no hablo al reconocer a la persona que lo sostenía entre sus brazos y solo correspondió al abrazo con mayor fuerza  se permitió llorar todo su dolor y angustia en brazos de su parabatai.
Y es que por primera vez desde que su vida se había convertido en un infierno podía sentirse a salvo entre los brazos de un hombre.
Jace no necesitaba ser un Genio para saber que fuese lo que fuese que le había ocurrido a su parabatai era algo tan inhumano que había quebrado día a día aquel espíritu indomable que era el pelinegro
—estas a salvo—
—estoy aqui—
—todo acabo—
Fueron algunos de los susurros que el rubio recitó en el oído de su parabatai , Jace nunca había visto tal fragilidad en su hermano de armas después de todo Alec nunca había llorado frente a él , el ojiazul siempre se mantenía tranquilo sin importar que tan mala fuese la situación y por eso verlo sollozando entre sus brazos le partía el corazón.
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"Sin importar el precio juro que te llevaré de regreso al instituto"
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—si muy bonito reencuentro de parabatai, ahora Rubio teñido suelta a Lightwood y escuchame—
—Cuántas veces Tengo que decirte que soy rubio natural — reclamo desesperado el ojidorado, el nephlim ojiazul sonrió tímidamente ante la pataleta de su parabatai quien ofendido al ver la diversión en los ojos de alec lo soltó mascullando un irritado
—bsstardo desleal soy tu parabatai apóyame —
El nephlim ojiazul lo miro antes de negar suavemente sonriendo divertido ante tal comportamiento el ojidorado tomo la muñeca del pelinegro haciéndolo caer en su pecho para después murmurar —es mi parabatai no tuyo — como si fuese un niño pequeño ya que el observar la forma en que Sebastián miraba a su parabatai no le inspiraba confianza alguna quien al escucharlo lo miro como si deseara desaparecerlo
— Alexander es mío por si te queda duda chico ángel, cuando comience tú ya sabes que hacer—
Alec miro interrogante a ambos rubios , el hijo de Lilith solo lo ignoro girando el anillo en cambio el ojidorado desvió la mirada hacia otro punto que no tardó ni un minuto en ser ocupado por el ejército de oscurecidos y demonios , alec conocía la formación después de todo recordaba que era la misma que se utilizó para el ataque del instituto de los Ángeles al reconocer el lugar donde se encuentra y sabiendo que la distancia a New York no es mucha intenta forcejear contra su parabatai.

Alma Corrompida  parte 2 : FrágilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora