Gritando mar, a la tierra

Cuarzo ahumado- Capitulo 3

Al salir de la habitación camine por un largo pasillo que llevaba al patio interior, estaba alumbrado por antorchas de aceite, y no se encontraba ninguna habitación mas que la mía. Al terminar el pasillo vi a todos los discípulos de mi padre rodeando el centro, al verme, todos empezaron a murmullar. Abrieron un pasillo para que yo pasara, y vi a ewar esperando sentado en el suelo, pase entre todos ellos y me pare en frente de el, me miro, y volvió a mirar al suelo.

Mi padre llego cinco minutos mas tarde, subió las escaleras que daban a su trono, desde ay podía ver todo el patio interior. Coloco su espada a un lado del trono y grito:

-!Quien ose entrometerse en la pelea sera castigado con una semana en el pozo!- Con un tono desagradable

Llamo a dos de sus soldados, y les pidió que trajeran dos katanas similares. Cuando las trajeron cogió una con cada mano, las miro y desenvaino a la vez.

-Estas dos espadas están forjadas por el mismo herrero, trabajadas con el mismo acero y tienen el mismo peso, es una pelea igualada, y solo se decidirá el ganador cuando uno de los dos muera- Dijo despreocupado

Acto seguido las lanzo a la vez, quedando clavadas en la madera frente a cada uno de nosotros.

Ewar tenia dos años mas que yo, era un chico esbelto, de piel clara, tenia el pelo rubio y una pequeña melena despeinada, tenia ojos verdes y una nariz chata, tenia un bigote y su mandíbula acababa en una pequeña perilla, era una cabeza mas alta que yo. Su ropa era como la de los demás, un beige de camisa blanca y pantalón negro, sin adornos, era simple y cómodo para la pelea. Como todos vivíamos allí solo calzábamos jikatabi, unas botas con base de goma y una separacion en el dedo gordo.

Los dos nos quedamos mirando las espadas, mi padre se sentó en su trono y me miro fijamente.

-Ewar levántate!!- Grito enfadado

-Si señor- contesto ewar con un tono pasivo

Cuando se levanto quedo enfrente de mi, me miro a los ojos y hizo una mueca.

-Coger vuestras espadas- Dijo mi padre con un tono de superioridad 

Los dos nos acercamos a la vez, habían quedado a medio metro la una de la otra, Ewar miro a un lado y luego al otro, me miro y arranco su katana de la madera, yo arranque la mía, antes de dar dos pasos hacia atrás Ewar susurro algo que no pude escuchar bien, mi padre, al ver que el me intentaba decir algo le volvió a gritar:  

-Ewar, no intentes ganar tiempo, no vas a escapar de esto-

Ewar le miro y dio dos pasos hacia atrás.

- Empezar ya, y los demás estar atentos, nadie cometerá mas crímenes en mi dojo-

Mire a Ewar, y de un momento a otro su expresión facial cambio, paso de ser un cachorro asustado a un asesino en serie.

Se abalanzo contra mi con una sonrisa y su primer corte fue dirigido a mi brazo izquierdo. Lo bloquee pero tenia mucha mas fuerza que yo, retrocedí y volvió a lanzar el mismo ataque, volví a bloquearlo, pero esta vez consiguió romper mi defensa consiguiendo herir mi hombro izquierdo, no era un corte muy profundo, pero era la primera vez que me herían de esa manera, así que grite y salte hacia uno de los lados, cayendo sobre mi brazo derecho. El parecía otra persona, se quedo mirando al frente en una posición extraña, giro su cabeza hacia el lado en el que estaba, me miro y volvió a sonreír. Se abalanzo sobre mi con una estocada, apoye la punta de mi espada en el suelo salte hacia un lado y corte hacia arriba, el no pensó que yo contraatacaría en vez de defender, así que le hice un corte su brazo derecho y su espada cayo al suelo. No cambio su expresión, yo me quede quieto mientras el me miraba, agarré mi hombro derecho y el volvió a coger su espada. Sin previo aviso hizo un corte desde arriba dirigido hacia mi cabeza, justo antes de que llegara a cortarme lo esquive y volví a retroceder.

-Deja de huir lil!!- grito enloquecido 

Mientras volvió a lanzar otro ataque que iba directo a mi pecho, en un movimiento bloquee su espada y corte su mano derecha, haciendo que el acabara arrodillado en el suelo junto con su espada. Grito enloquecido por el dolor.

-Perfecto- dijo mi padre desde su trono - ahora acaba con el-

Mire a mi padre y luego volví a mirar a Ewar.

Ewar agarraba lo que quedaba de su antebrazo mientras lloraba arrodillado en el suelo.

-No soy como tu- Grite, se escucho en todo el dojo

Mi padre sorprendido se levanto de su trono, dio un paso al frente y media vuelta, agarro su katana a la vez que la desenvainaba y la lanzo con toda la fuerza que pudo. Se escucho un gran estruendo, cerré los ojos y me agarre el pecho. Y todo se quedo en silencio, abrí los ojos y lo vi, pensé que era un ataque dirigido hacia mi, pero no, lo único que encontré fue la katana de mi padre atravesando el pecho de Ewar, la cara de Ewar expresaba tristeza, aun seguía llorando, aunque ya no estaba vivo.

Empece a gritar mientras lanzaba mi espada en la dirección que se encontraba mi padre, solo hiriendo una de sus mejillas. Agarre el mango de la espada oscura y la arranque de el cuerpo inerte. Eche a correr hacia el patio exterior, mi padre grito enfurecido.

-Como osas manchar en nombre de mi familia maldito bastardo!!- mientras se giraba

Había pensado en como escapar muchas veces en todo el tiempo que llevaba allí, y solo había una manera de sobrevivir. Llegue al patio exterior agarrando fuertemente la espada de mi padre, sabia que si saltaba no sobreviviría a la caída y que si cruzaba el puente de piedra que llevaba a la ciudadela me acabarían encontrando.

De repente todo mi cuerpo se bloqueo, empece a sudar frió y mi vista desapareció, y la sentí, sentí como la espada agarraba todo mi cuerpo queriendo partirme en dos, empece a gritar, y hoy su voz.

-No deverias huir, si te encuentra te castigara, y yo misma saboreare tu sangre-

Estaba enloqueciendo, así que pensé en algo, me acerque tambaleándome a uno de los anclajes de hierro, agarre la cadena gigante y le suplique a la espada que me salvara, mi cuerpo se movió solo, cortando por completo el anclaje inferior y lanzándome junto con la cadena.