Recuerdo aquel día como si fuese ayer mismo, yo corría lo más rápido que podía, ya que si me paraba seria alcanzada por unos veinte caminantes. Estaba agotada, sedienta y hambrienta, pero no podía detenerme, al menos no ahora. A lo lejos divisé Atlanta, mi destino, decían que allí había un campamento para refugiados, grave error, yo en ese entonces no tenía ni idea de que la ciudad pertenecía a los muertos, pero debo admitir que si no hubiese sido por ese grave error, nunca jamás hubiese vivido los años más importantes de mi vida. En fin, como os decía antes, divise la ciudad, y corrí hacia allí, cuando entré en ella no vi ni oí nada, me paré un momento y giré la cabeza hacia atrás, en dos minutos los tendría encima, así que volví a correr, esta vez sin un rumbo fijo, giré a la izquierda y para mi sorpresa me encontré con unos cincuenta caminantes deambulando por la calle, que al verme, empezaron a perseguirme, con un mismo objetivo, comer mi carne. Corrí hacia la derecha y me fije en un tanque y en como un grupo de caminantes devoraba, a un caballo. Aproveche la situación de que los caminantes estaban ocupados y en un momento de pánico entre en el tanque. Cerré la puerta y para mi sorpresa, una voz no muy segura, que poco a poco se endureció, habló.
- ¿Quién eres? - me preguntó aquel hombre vestido de policía.
- ¿Debería decírtelo? - dije yo
- Oye niña, no juegues conmigo, tanto tu como yo estamos en una situación crítica, como para ser hostiles, ¿no crees? - me dijo el hombre - Soy Rick, Rick Grimes.
- Tienes razón, últimamente no pienso con claridad - dije esbozando una sonrisa - me llamo Judith Williams, y a propósito, ¿tienes alguna idea para salir con vida de aquí? -
- La verdad es que aún no me ha dado tiempo a pensar, lo único que tengo claro, es que no voy a morir ni aquí ni ahora, así que... - y ahí lo vi, le brillaban los ojos, tenía esperanzas, cosa que yo había empezado a perder, pero algo, que fue como un rayo de luz, si hubiera sido más inculta, me habría atrevido a decir que era la voz de dios, pero no, la radio, una voz salía de la radio.
- Eh capullos! Si vosotros los del tanque - Rick y yo nos miramos - ¿se está bien ahí dentro? - dijo sarcástica esa voz misteriosa. Rick cogió la radio.
- ¿Cómo sabes que estamos aquí? - pregunto el oficial
- Fácil, os he visto - dijo la voz
- Crees que podremos salir... ¿hay muchos? - dijo Rick
- Joder, si lo vierais desde aquí, pero tranquilos hay una solución, pero tenéis que daros prisa -
- Hay una bolsa de armas, junto al tanque, ¿crees que puedo recuperarla?- pregunto Rick
- Olvídalo, es un suicidio, tenéis que salir del tanque y no hacer ruido, aprovechad que esos bichos están distraídos con el banquete que se han montado, corred hacia la derecha y yo os espero en el callejón- nos informó la voz.
- Oye, ¿cómo te llamas? - preguntó Rick, que pregunta más estúpida, estamos a punto de morir i le pregunta eso.
- Ahora qué más da, daros prisa, os espero en el callejón - colgó la radio.
Rick y yo nos miramos y asentimos con la cabeza, salimos del tanque y empezamos a correr en la dirección que nos había indicado la voz. Rick empezó a disparar, haciendo despertar a los caminantes de toda la ciudad, hasta que llegamos al callejón, donde un chico con rasgos asiáticos nos cogió.
- Soy yo, por aquí- nos dijo y se fue corriendo y nosotros detrás.
El chico nos llevó hacia unas escaleras, que supongo que eran en caso de incendio o algo así, nos detuvimos en una especie de balcón.
- Soy Glenn - dijo el asiático.
- Me llamo Judith Williams - dije sonriendo.
- Yo soy Rick Grimes - dijo severo el oficial.
Y de pronto vemos como uno de los caminantes está a punto de subirse las escaleras, miro a Glenn y veo que me indica que sigamos subiendo por la escalera, que como mínimo medía 10 metros.
- Lo bueno es que moriremos en la caída - dijo el joven Glenn y le sonreí.
Una vez llegamos arriba, me tire al suelo, ya no podía más, luego vino Glenn y abrió una puerta en el techo, donde había unas escaleras, entonces el oficial habló.
- ¿Porque nos has salvado? - dijo pensativo.
- Porque tengo la tonta esperanza de que si algún día me ocurriese algo, alguien haga lo mismo por mí - hizo una pausa y sonrió - supongo que soy más capullo que vosotros -
- Glenn, yo arriesgaría mi lindo culo por ti, ¡me has salvado la vida! - le dije sonriendo, él me miro y me guiño el ojo negando con la cabeza, creo que mi suerte fue cambiando por momentos. Ya no estaba sola.
_________________________
Hola chicas lindas! Que les parece? Espero que me comenten mucho y que disfruten! besoooooos amores!
ESTÁS LEYENDO
The walking dead (Daryl Dixon y Judith Williams)
Fiksi PenggemarLo reconozco por primera vez sentía miedo, y eso era algo que no podía permitirme, no fue hasta que su mirada azul se fusiono con la mía y ahuyento a mis miedos y me sentí valiente... Otra vez. Hola guapuras! Me llamo Andrea y voy hacer una f...