2. Capítulo (parte 2)

229 13 0
                                        

Miró a los chicos, intentamos  pensar en un plan, pero al parecer esas cabezas huecas no piensan más bien hacen de todo menos pensar.

Miró al cabeza hueca número uno mal.

Javier Smith esta obsesionado con el deporte, ese chico no para de hacer abdominales y no se cansa, perdí la cuenta cuando llegó a 100.

Dejó de observar al idiota y dirijo mi mirada al idiota número dos.

Leopoldo Lynch que no para de suplicar perdón como bebé por teléfono a su madre ambos sabemos que esa mujer no da su brazo a torcer.

Pasó de seguir observando como se comporta como un crío de dos años y por último miró al imbécil de mi primo.

Marcus Thompson Schumacher, la manía de nuestra familia de ponernos los nombres con la misma inicial, no me quejo pero es raro. Pues este chico de 16 años el mas joven de los cuatro lo único que hace es comer como poseso, no entiendo como no engorda si es mas vago que nadie. Tenía que ser mi primo.

Me canso de observar a esos inútiles, miró a la pared beige y suspiró.

Me levantó de la cama.

-¡CHICOS! ¡PODEIS PENSAR  ALGO DE UNA MALDITA VEZ! -gritó sacando lo que llevo dentro.

Todos dejan de hacer las tonterías que estaban haciendo para dirigirse a mi, saben perfectamente que a veces se me va la olla.

-Relájate y respira, no te ahogues.- dice Javier riéndose, le hago caso- tío estas rojo como un tómate, vale vale no me mires así- termina de decir.

-Tu nos metiste en esto, tu nos sacas, mi madre no me hace caso- Dice Leo mirándome mal.

-Eres mayor que yo, no te obligue a nada,lo hicistes porque quisiste no me vengas a echar la culpa, todos somos los culpables. Es cierto yo tuve el plan pero todos lo ejecutamos.-digo finalizando el tema.

-¡Okay chicos!-dice Marcus intentando animar el ambiente- Esto no puede ser tan malo, tenemos que tomarnos esto como un cambio de aires y disfrutar- dice animado.

Los tres nos ponemos de acuerdo en mirar mal a un chico de pelo rubio, más bien  el único rubio de la habitación.

-Chicos no me miren así, por favor- dice haciendo ojitos de oso desamparado.

Si señores funciona, como siempre.

Extiende sus brazos y nos damos un abrazo en grupo, después de unos pocos segundos nos despegamos.

- Esto es mixto, ¡a disfrutar!- dice javier.

Todos asentimos, es cierto hay que disfrutar.

Miró la hora es tarde acabamos de llegar sólo hace cuatro horas, nos informaron de todo lo necesario, lo malo es el maldito uniforme odioso, pero que se le va a hacer.

Nos decimos buenas noches al unísono y nos vamos a dormir en nuestras respectivas camas.

La habitación es espaciosa caben cuatro camas medianas, eso es lo bueno que seguimos juntos como hermanos.

InfielesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora