En todo el prado había flores maravillosas, con cualidades increíbles, colores llamativos y olores increíbles, qué bonitas eran con la luz del ocaso...Sin embargo, en toda la llanura había una flor, era...especial, no destacaba por sus olores, ni por sus colores, ni por su forma; los pétalos se le empezaban a caer, su tallo era delgado, sin dureza alguna, flexible ante la fuerza del viento (como en esta foto). Un chico caminaba por allí, simplemente necesitaba ver una flor, una flor que le ayudara a salir de su mundo, que lo fascinara. Había tantas, tantos colores...pero él, él no quería ninguna de ellas, el quería una en especial, y quería quererla por siempre. Se acercó a ella, la vio, observó, y la acarició. Maravillado por el encanto que aquella flor desprendía, se quedó allí media hora, como si la quisiera por toda su vida. Eligió a la más interesante del prado...¿por qué? Porque el amor no va de escoger a la más bella, a la más alta, a la más lista...no, consiste en escoger aquella que te haga feliz...así es como vio esa flor, y así es como se enamoró de ella.
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Escritos de un chico enfermo.
RomanceNo te obligo a leerla, es más te aconsejo que no las leas. Es sólo un conjunto de historias que iré subiendo periódicamente, cuando tenga suficiente cordura para escribir.