Mi nuevo amigo

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-hola- fue lo primero que le dije al verlo, solo, sentado en su puesto.
-hola...- (Respondiéndome en seco)
-¿Que tienes?- respondiéndole para sacar mi duda, ¿Que duda?, la duda que tengo desde que lo vi, estaba más solitario que yo.
-solo que...- lo interrumpí respondiéndole.
-estás muy solo. Se cómo se siente no eres el único, ven- (con mi tono de Alentador).

Me miro fijamente, pero de sintió agradecido, sé cómo se siente estar solo y que nadie te hable, nunca pensé encontrar a alguien igual que yo.

Después de varias charlas y risas ya era la hora de salida, ya había hecho un nuevo amigo, mi mejor amigo Carlos, teníamos muchas cosas en común, que era lo bueno. Pero lo mejor de todo es que vivía a tres casa después de la mía, era lo bueno porque nos íbamos a ver más seguido. Pero esa felicidad se fue al escuchar unas risas que provenían de la casa de al frente, no era una risa normal, era diabólica, tan diabólica que salí despavorido de ahí.

Fue la segunda vez del día que sentí miedo, algo no tan normal para mi. Pensaba varias veces "Yo, Michael Jones, ha sentido por primera vez miedo..." . Me sentía como un niño de 6 años que sentía miedo por todo. Después de pensar varias veces esos si cuenta que la casa estaba solitaria, no estaba mi mamá, menos mi papá, pensé "entiendo que mi papá no este, pero... ¿donde está mi mamá?", pero esa pregunta fue respondida al ver una carta que había dejado mi mamá:

Hijo

Hoy no estaré en la casa, fui a comprar comida y cosas que necesitas de la escuela, te deje hay tú almuerzo y la cena hecha por si no llego, también le deje comida a tu papá por si llega cuando no esté.

Cuídate, de tu mamá.

Pasaron minutos, horas, casi un día y mi mamá no había llegado. Algo normal no creo, me preocupe mucho, no sabía que hacer, hasta escuchar toques en la puerta. Al abrirla, era mi mamá, estaba cansada, pero había llegado, me lancé hacia a ella dándole y fuerte abrazo de oso, casi llorando le digo:

-MAMA!!, ¿donde estabas?, tú no sabes lo preocupado que estaba, ya te había dado como muerta.- (Mientras le daba el abrazo como la había recibido).
-Perdón la tardanza, tuve que salir afuera de la ciudad, pero estoy bien- respondiéndome mis preguntas.

Eran las 12:37 de la noche en la que había llegado mi madre, pero me tranquilice a saber que está bien y no le pasó nada, de todo lo que me imaginé, no le pasó nada. Después de todo el escándalo, no pasó nada, ya estaba aliviado de todo lo que me había preocupado.

A la mañana siguiente

-Voy tarde!!!- fue lo primero que dije a ver la hora, ya era exageradamente tarde, pero tenía que apurarme, tenía 5 minutos y para salir y llegar, pero no iba a llegar.

Me faltaban 3 minutos para llegar, pero la única manera era por el callejón, el callejón que tenía algo extraño, no lo sabía, pero igual tengo que ir por ahí. Camine, no pasó como la otra vez, que había ruidos, y pasos, pero esta vez era algo casi igual, sentía ese espacio frío, y los ruidos aumentaba más, tanto que otra vez salí despavorido.

No alcance a llegar, acababan de comenzar la primera clase, y tenía mucha pena para entrar, o tocar, era muy penoso pero tenía que hacerlo, al escuchar un ruido en la puerta...

El parque de al ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora