Una Última Vez... (One-Shot) {Mabill}

Único Capítulo

-Dipper- mi voz quebrada se oía por toda la habitación, mis ojos inflamados y rojos por el llanto no se bajaban por nada -¡Perdón!- grité en histeria, dejandome caer al suelo devastada, la mirada de los demás se posaron sobre mí, una chica, de tan solo 16 años, frente tres ataúdes donde estaban tres de las personas que mas amaba, mis dos abuelos, Stanley y Ford Pines, cerrados, ambos de colores oscuros.

Y a la par de ellos estaba mi hermano, mi confidente, mi mejor amigo, Dipper Pines, los tres muertos gracias a un accidente automovilístico, no lo soporte, me levante tambaleando y me senté en una de las sillas recibiendo una palmada en la espalda, voltee esperando ver a Soos, Wendy, incluso a Linda Susan, pero no, me encontré a Bill Cipher, en su forma demoníaca, pero no le tome importancia, volviendo a fijar la mirada en el piso.

-Yo siempre dije que Fez era un idiota- intentó animarme el triángulo, pero no logró nisiquiera llamar mi atención, el demonio tomo una forma humana y me abrazó con sus brazos, dándole golpecitos en su brazo, sintiendo pena por esa humana como me hubiera dicho, había perdido a su familia, sus amigos y su esperanza.

-Oye, Estrella Fugaz- Llamó mi atención, haciendo que levantara con pereza la mirada del suelo, viendo sus ojos amarillos deslumbrar y mirarme con atención -Sonríe, por favor, no me gusta verte llorar- susurró

-¿Como quieres que no lloré? ¡Perdí a mi familia!- grite, ocupaba llorar pero otra vez los brazos del rubio me envolvieron y continúe llorando, dándole pequeños golpes en su pecho- ¿¡Porque me pasa esto a mi, porque el destino me odia?!- volvi a gritar, dejando que los brazos me envolvieran cada vez más, con delicadeza acaricio mi cabello castaño y sin hablar, me llevó hacía La Cabaña del Misterio, el trayecto era largo y estaba lloviendo, el cielo sabia lo que sentía, estaba llorando conmigo, dejaba que las gotas gruesas cayeran encima de mí, sin importar que me pudiera resfriar.

El rubio me observó con cierta tristeza, sabía el yugo que ahora cargada en mis hombros, no tener una familia con quien vivir, con quien criarme, con quien estar, perder todo en un momento a otro, es lo más doloroso que te pueda pasar, hay que superarlo, poco a poco, aunque no creo que este en mis opciones...

-Mabel- me sorprendi al oír mi nombre salir de la boca del rubio, obviamente no me lo esperé, nunca crei que me llamaría asi, pero lo hizo, lo hizo por primera vez - Tranquila, te ayudaré en todo lo que pasé, estare para ti, porque te amo, te amo demasiado, no puedo vivir sin ti, soy un demonio de millones de años y tú una niña, dulce, inocente y de bellos sentimiento y si, que venga el bebé del tiempo a capturarme si esto es ilegal, pero, sonríe, me enamore de ti por tu sonrisa- las palabras de Bill me dejaron en shock, un shock del cual no podia despertar, aquel demonio del sueño, que me intento matar, me besó, un beso cálido, un beso tierno. Que la hizo olvidar los malos momentos que estaban pasando, el demonio agarro su cintura y bailo con ella, bailo hasta el cansancio, jugaron, haciendo olvidar a la castaña de su dolor...

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-Señor- Habló Stanley con voz baja y delicada, parecía evitar romper en llanto-  ¿C-como se encuentra mi calabacita?- su voz rota lo hacían perder su masculinidad, aquel hombre de bata blanca, bajo el rostro y los dejo pasar a la habitación, donde se encontraba aquella niña castaña, conectada a varias máquinas, la más notoria, a una de oxigeno. Ford mantenia una postura seria aunque por dentro ver a su pequeña sobrina pasar por lo que tenía que pasar lo devastaba, toda la familia Pines devastada por la castaña, la cuál, sus días de vida ya estaban terminando.

-¿¡Porque no hacen mas?!- se oyeron gritos fuera del cuarto, era la joven peli roja amiga de los gemelos, la cuál ya no podía evitar llorar- ¡Tiene 16 años, no sean tan inútiles y ayudenla!-su voz rota y llanto aun se oían, no podía aceptar que su amiga, su mejor amiga estuviera muriendo.

-Ya hicimos todo lo que estaba en nuestras manos, esa chica no la podremos salvar, su corazón se redujo demasiado, lo único que podemos hacer es atrasar lo inevitable, hacerla pasar más dolor, señorita, por algo esta durmiendo, si estuviera despierta solo lloraría y pediría que calmaramos su dolor- Wendy se resigno, y entró en la habitación sentandose a la par de la castaña abrazandola mientras sus lagrimas caían por la joven, para todos los de Gravity Falls sería una gran perdida, perderían a una de sus heroínas, a tan solo una niña, pero ya era inevitable, a todos nos llega el tiempo, nadie creía que eso seria tan rápido.

-Llegué- se oyó una voz grave y alterada, el cual se acerco a la chica y en cuestión de segundos golpeó la pared llorando, estresado, no sabia que hacer- M-mabel, despierta, hermanita, hermanita, vamos despierta, no mueras, por favor- los ojos del chico cayeron sobre el rostro de su gemela- Hermana, perdón por dejarte sola, por abandonarte, ahora, mirate, mirame a mi, quiero volver todo esto atrás volver cuando teniamos 13 años, para volver a ser los gemelos misterio, que vencieron a un dorito iluminati, no una vez, si no dos veces, dos veces destruimos a ese demonio- si voz cada vez más rota era la.única que se oía, junto al pitido de la máquina- Perdóname hermana, Perdóname- el pitido que emitia la máquina empezó a pararse y todos los presentes se abrazaron, menos Wendy, ella se retiró, no soportaba verla morir.

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La castaña vio al rubio de reojo, observando una puerta de color dorado frente a ella, sonrio, ya estaban frente la cabaña del misterio, su hogar, de repente, oyó voces que la llamaban, la llamaban alegres, su sonrisa se amplio, eran sus amigos, todos sus amigos, observo a Bill, este asintió.

-Son ellos, querida Estrella Fugaz, espero que sepas que te amo, y estaremos para siempre, siempre juntos sin importar qué ¿esta bien?- asintió, y se dieron un último beso, mientras ambos entraban por aquella puerta que decía "Bienvenidos"

Esa última vez, fue cuando el corazón de Mabel paró, ningún familiar hizo nada, sólo Dipper, acercarse a su hermana y llorar, llorar devastado, hasta el cansancio, no era culpable de aquella muerte, era quien la presenció, como un pedazo de su vida fuera arrebatado.

-Adiós, Hermana- le colocó su gorra y beso su frente.

-Adiós Dipper, Tío Stan, Tío Ford, gracias- una voz dulce resono y no se volvio a oir más...

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Hasta acá mi One-shot, espero que haya sido de su agradó, gracias por leerlo, acepto criticas.

~Sayonara~