Ophelia encontraba los trabajos de clase increíblemente innecesarios pero por algún extraño motivo estaba disfrutando de aquel como si tuviese cinco años y un juguete nuevo. Se sentía en su elemento, una importante periodista a punto de entregar un importante artículo, a menor escala tan solo era un trabajo para lengua pero sabía que aquello era para lo que había nacido.
Llevaba horas planeando y organizando todo, la verdad era que encontraba muy relajante organizar. Le encantaba hacer listas, tablas, dividir las tareas por dificultad y lo mejor de todo era utilizar diferentes colores para cada cosa. El tópico del trabajo eran las comunidades de fans y ella había decidido enfocarlo hacia las películas, había pensado hacerlo sobre algún cantante pero no le apetecía tener que hablar con fans en plena pubertad con posters a tamaño real de Justin Bieber. Las películas era un tema más sencillo, había visto bastantes y consideraba que podía enfocarlo desde muchas más perspectivas. Mientras de fondo sonaba Fake Tales of San Francisco de Arctic Monkeys, se adentró en internet con su libreta y armada con un boli, dispuesta a ganar un Pulitzer por ese trabajo.
Una hora después estaba cansada, tenía un hambre horrible y lo único que tenía apuntado en su libreta es que tenía que decirle a su madre que comprase leche. Suspiró y lanzó el bolígrafo al otro lado de la habitación, tal vez estaba equivocada y aquello no era para lo que había nacido. Estaba a punto de abandonar cuando se le ocurrió una idea, el trabajo iba sobre fans tenía que dejar de buscar en páginas como las de Vogue donde la mayoría de los artículos sobre cine eran listas de las mejores o peores vestidas de las galas de premios y demás actos públicos, y aunque tenía que reconocer que el vestido que llevaba Lupita Nyong'o en la premier de aquella película era digno de escribir un trabajo sobre el, aquel no era el objetivo. No tenía que escribir sobre la industria del cine, si no sobre los que la consumían.
Arrancó esa hoja casi en blanco de su libreta y empezó de cero su investigación. Entró en todas las redes sociales que encontró, visitó blogs, foros y hasta canales de Youtube dedicados al séptimo arte. Tras un rato ya no se sentía haciendo un trabajo sino más bien disfrutando de las opiniones de miles de usuarios y descubriendo películas para ver. La verdad era fascinante, había encontrado gente que escribía al nivel de los críticos del New York Times, pero en especial le había llamado la atención un blog en concreto, la forma de escribir de aquella persona le había enganchado desde el principio, tenía un estilo fresco y divertido pero a la vez profesional y se notaba que por encima de todo disfrutaba escribiendo aquellas reseñas. Había leído prácticamente todas las reviews de pe a pa, y había tomado nota de todo lo que encontraba más destacable, solo faltaba una cosa. Ponerse en contacto con aquella persona.
Se lo pensó bastante, no se precipitó ni puso la primera tontería que le vino a la cabeza. Tenía que sonar profesional, tal vez fuese la primera entrevista de su carrera, tenía que sonar como si supiese lo que estaba haciendo aunque en realidad estuviese muerta de miedo. Por fin, encontró su twitter en un apartado del foro y tras mucho razonar le envió un mensaje directo.
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Dylan acababa de terminar de fregar los platos en los que había comido y había subido inmediatamente a su habitación, donde podría comenzar a escribir. Hace unos pocos días la joven había realizado su último examen así que no debía hacer muchas tareas para el instituto. En cambio, se sentó en la silla de su escritorio y abrió la tapa de su portátil, el que usaba para hacer los trabajos de clase tanto como para dedicarse a su entretenimiento. Una foto que había hecho de la puesta de sol la recibió con su brillo y ella le dio al icono del cuaderno para ponerse a redactar la reseña sobre la nueva película que había visto el día anterior.
"¿A qué quieres dedicarte?" era la pregunta que más veces le habían formulado a Dylan y hasta hace unos años no había sabido contestar. Cuando era pequeña quería ser doctora, cuando tenía 4 años quería ser profesora y cuando tenía 9 quería ser guitarrista en una banda de música. Sin embargo, cuando cumplió los 14 años empezó a tener más clara su vocación. Su interés por las películas siempre había estado en su interior aunque las consideraba más como un simple hobbie pero ahora pensaba en ellas y no podía evitar imaginarse trabajando en la industria cinematográfica. Hace dos años, había comenzado un diario de los filmes que veía, luego había pasado a dar sus opiniones en la aplicación de Letterboxd pero un año atrás decidió dar el paso y crear su propio blog. En él, escribía reseñas de las películas o series que encontraba interesantes. Además, había creado un chat para que los usuarios que siguieran el foro, pudieran encontrar a otros usuarios con gustos parecidos.
En negrita y a tamaño 36, escribió a modo de título "The Shape Of Water", la película de la que iba a hablar a continuación. Sus gustos variaban desde películas oscarizadas como Gone Girl, pasando por los musicales como Les Misérables, haciendo una parada en las películas animadas como Mulan, y acabando en las películas de acción como Iron Man. Quizás no había seguido toda la filmografía de Guillermo del Toro pero empezar esta reseña le provocó mucha emoción. Cuando el tráiler de la película fue estrenado, ella no dudó en verlo y dicho filme llamó mucho su atención. Cuando se enteró de que la protagonista se enamoraba de un hombre pez, empezó a dudar un poco de la mente del director. Ahora, tras haber visto la película, tenía que decir que era una de las películas más bonitas que había visto. Sus dedos empezaron a teclear con el fin de expresar sus sentimientos y ella se sintió como en una burbuja, se sentía tan inmersa en escribir que casi se olvidaba de su alrededor.
Cuando hubo acabado la reseña procedió a echarle un vistazo de revisión. Ella no era una experta en cine ni mucho menos pero destacaba aspectos como la historia, la fotografía y la banda sonora combinándolos con un poco de humor, puesto que no podía dejar de comentar el hecho de que una mujer y un pez hubiesen sido capaces de mantener relaciones sexuales. Tras cambiar un puñado de expresiones o palabras y reformular unas frases, le dio el visto bueno al texto y lo guardó por si acaso. Después, lo seleccionó y lo copió, con el fin de colgarlo por fin en su web. Al entrar en su foro, le clicó a la opción de realizar una nueva entrada y se puso a diseñar el post. Buscó imágenes, cambió la letra y por fin dio con el estilo que andaba buscando y que era característico del foro. Dylan comprobó que estaba todo en orden y con último clic subió su reseña. A continuación, esperó unos instantes a que la página se actualizase y al ver que la publicación se había subido con éxito, obtuvo el link de esta para colgarlo en la página de Twitter del foro, con el fin de alertar a sus seguidores de que había colgado un nuevo contenido.
Aunque primero tuvo que cerrar sesión en su cuenta personal, porque obviamente ella distinguía lo profesional de lo personal, entró sin dificultad en la página y redactó un nuevo tweet adjuntando el link de la reseña de The Shape Of Water. Tras unos minutos, comenzó a recibir notificaciones, en concreto abundantes "me gusta" así que se dispuso a ver las notificaciones. Se encontraba conversando con un usuario que le daba su opinión sobre su ranking de películas de superhéroes de 2017, cuando recibió la notificación de que alguien le había mandado un mensaje directo. Ella frunció el ceño pues casi nadie le escribía este tipo de mensajes y preguntándose quién sería, fue a resolver sus dudas dándole a la miniatura del sobre.
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Ineffable
Teen FictionLa vida de Ophelia es de lo más normal. Su novio, sus amigas, las clases. Su máxima preocupación es entrar a la universidad y lograr su sueño. Hasta que llega Dylan, que pone todo patas arriba y rompe todos los esquemas de Ophelia.