Capitulo 6

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Fue muy agradable conversar con el doctor Adams. A él no lo vería hasta el Jueves y al doctor Styles lo vería este miércoles nuevamente por alguna extraña razón tenía una sensación rara sobre saber que lo vería de nuevo.

Son las 4 a.m y todavía no logro poder dormir, han pasado 3 días y no logró acostumbrarme, odio no dormir en lugares que no sea mi colchón, el cual ha soportado mis quejas y lagrimas.

Logre dormir unas 2 horas? Porque en la Clínica te dan desayuno a las 6 a.m no sé, si a las demás pacientes les pase lo mismo, pero en mi habitación había una señora no muy amable la verdad, que observaba que comiera todo y no lo botara o lo que sea que piensan que puedo hacer y poder llevarse la bandeja para terminar su trabajo. En fin me pusieron la bandeja delante de mi y ocurrió algo.

Me sorprendí, sólo tengo delante de mi una taza de té y unas simples tostadas con mermelada pero no puedo. Estos dos días comía cosas simples y este es mi primer día comiendo comida "real" pero no puedo, no porque piense que engordare pero mi cuerpo lo rechaza. Es como sí fuera una advertencia, de verdad no tengo apetito en este momento no necesito la comida. Logre tomar unos sorbos de té y le di unos mordiscos a las tostadas que tenía delante de mi, la enfermera dijo que en mi estado eso era una avance y cuando dijo eso me di cuenta de que no me había mirado al espejo con los vendajes que tenia puestos menos con la bata que te dan en el hospital, decidí ir al baño, solía no tener espejo por mi bien pero le pedí al doctor Adams que necesitaba ver mi realidad y el lo encontró una buena idea, pero no me gustó la imagen que encontré.

Era una Rachel Distinta, no tenía ese brillos en los ojos que solía tener hace un par de años atrás, además de que mis vendajes cubren varias partes de mi cabeza al igual que los brazos que se encuentran casi completos de vendas, pero ahí algo que me sorprendió de verdad... Era verdad. Sí, estaba delgada y no de la manera sana me veía enferma. Veía todo lo que me habían pronosticado, era cierto. Mis ojeras delataban mis malas noches, mis ojos la falta de felicidad en mi vida y bueno mi peso simplemente representaba todo, estaba totalmente inestable.

Me apoyo en la pared del baño de mi habitación y me deslizo hasta quedar sentada. Si alguna vez fui fuerte olvídenlo, este era mi máximo momento de humanidad, solté todo el llanto que no había podido dejar salir en estos días, me sentía débil, como no lo pude ver? Me hacia daño y no hice nada por detenerlo? Con mis brazos me abrace de mis rodillas y me refugie en ellas y lloré, lloré como no lo había hecho en años... Me sentía quebrada, sola, totalmente destrozada que se podría hacer con un desastre como yo?

Casi ya no me quedaban lágrimas de tanto llanto pero cada vez recordaba mis años de vida y cada uno parecía ser peor que otro. No tenía fuerzas, me quedaría toda la vida ahí sí fuera posible, pero sentí unos brazos a mi alrededor y al levantar mi cabeza logre distinguir esos hermosos ojos verdes. Que hacia el doctor Styles aquí? La verdad no me importaba. Porque sus brazos al sujetarme de esa forma, de esa forma tan protectora, sentía que no caería jamás, que todas mis pequeñas piezas las podría volver a unir.

-Quiero que me salves.-dije sujetándome del cuello de su camisa mientras lo miraba a sus ojos.

Dios, sus ojos son el mismísimo paraíso.

-Lo haré, Rach.-dijo sosteniendo nuestras miradas.

Seco mis lágrimas con su pulgar y me regaló una sonrisa... Les conté que además de tener la sonrisa más hermosa, tiene los hoyuelos más preciosos?

-Rach, lo superaremos. Vale?-dijo regalándome otras de sus sonrisas, yo solo logre asentir.

Me tomo en sus brazos y me ayudo a sentarme en el lavado que era de mármol, tomó una de las toallas de mano del baño y le hecho un poco de agua y empezó a limpiar mis lágrimas con la misma manera con la que uno trata a una muñeca de porcelana delicadamente ya que esta es frágil para no romper ninguna de sus piezas, como... Yo lo soy. Una vez que término de limpiar el camino que recorrió cada una de mis lágrimas nuestros ojos se encontraron, nos miramos y podría jurar que el mundo se detuvo, una corriente recorrió mi cuerpo. No había nadie más en ese mundo, solo Harry y yo... Esperen como le dije?

Lo abrace y para mi suerte él me abrazó con más fuerzas, nuevamente me tomo para llevarme a mi camilla, me dejo ahí y acerco la silla que estaba en una esquina de la habitación quedando a mi lado.

-Cuéntame lo que ocurrió, Rachel.

-No lo sé, Harry.

-Como me llamaste?-Pregunto mirando nuevamente a los ojos mientras yo me sonrojaba.

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Gracias por leeeer❤️

Déjame Salvarte. |Harry Styles|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora