La ecuación de Alex

{I}

Me encontraba sentado en una taberna ubicada en las afueras de Madrid. Saboreando un agradable sabor acidulado, bastante apreciado por mi paladar. Jugando con mis nudillos e intentando identificar la melodía que retumbaba sin parar por todo el local acompañada por el tumulto de la multitud.

Llevaba cuatro años recurriendo al alcohol para ahogar mis más profundas penas. No me consideraba como un sujeto viciado al alcohol, sin embargo de vez en cuando sentía la necesidad de deleitarme con un par de tragos; gozar de un instante de armonía y serenidad en mi ser. Desgraciadamente jamás lograba deleitarme.
Le pedí al barman la cuenta y entrometí mi camino rumbo a mi destinación; mi hogar.
A mis 25 años, huérfano por parte de mi padre, seguía viviendo en casa de mis procreadores; junto a mi madre y mi pequeña princesita. Desde el homicidio de mí progenitor sentí la inexplicable necesidad de cuidar de ellas como si mi existencia dependiera de ello. Muchas personas me conocían cómo "aquel jovencito protector y defensor de su entorno". Irónico. Porque mi nombre traía por concepto todas y cada una de aquellas palabras.
El sonido de mí móvil me saco de mis pensamientos. Encogiéndome en mi lugar rebusqué en mis bolsillos el ruidoso aparato.
-¡Alex, tío!- la voz de mí jefe retumbo con energía y excitación hacia mis oídos.-¿No estarás dormido verdad?- preguntó con cierto tono de recelo.

Miré mi reloj con exagerada atención.
1h35 pm.

-Para nada, he salido a dar una vuelta. ¿Pasa algo?- respondí frunciendo el ceño. Me resultaba bastante extraño que mi jefe me llamará a tan altas horas de la noche.

-Pásate mañana, sobre las 9h por la oficina, tengo un asunto muy importante que dialogar contigo, ¿vale?

-Claro, nos vemos mañana Jorge-Aseguré contemplando la luna, hoy se veía particularmente hermosa.

Me desperté jadeando, sintiendo mi frente empapada de sudor frío y mi corazón latir sin límites.
Otra vez una pesadilla; llevaba años soñando con acontecimientos exasperantes. Respiré e intente recobrar la postura. Los rayos de sol se incrustaban con potencial a través de mí pequeña ventana. Con mucho pesar, mire mí peculiar reloj para asegurarme de no haberme quedado dormido.
7:30 am.

Con un punzado dolor de cabeza me metí a la ducha dispuesto a deshacerme de todas las malas vibras y empezar el día más fresco que nunca. Tenía el leve presentimiento de que hoy no estaba destinado a ser un día común; algo se avecinaba. Mis sentidos lo gritaban a través de mí pulso. Y mi estómago rugía por un mínimo de atención.

Tarareando una de las tantas melodías que me inculcó mí padre bajé las escaleras dispuesto a complacer mí humilde estómago.
Me encontré con la agradable sorpresa de mi madre y un buen desayuno casero; un apetecible zumo de naranja recién exprimido y dos tostadas acompañadas de un tradicional chorro de aceite de oliva virgen extra.

-Buenos días madre- saludé acompañado de un sonoro beso en su mejilla.
Sin embargo la única respuesta que recibí fue un seco e indiferente; hola.

Sin poder evitarlo volví a sentir esa recurrente punzada en mí corazón; el sentimiento de decepción me carcomía vivo.
Después de unos interminables segundos rompió el silencio.
-Te he preparado el desayuno, voy a despertar a Noelia, hasta luego.

"Yo también te quiero, madre" pensé.
Añoraba con todo mí ser a mí madre. Ansiaba sus miradas impregnadas de puro amor y sus cálidos abrazos. Era consciente de que la desgarradora muerte de mí padre nos había marcado muy duramente, como si se tratase de un puño de acero. Sin embargo ningún acto justificaba el indiferente comportamiento que albergaba mí madre hacía mi desolada persona.

-continuará-

Aquí os dejó el primer capítulo, es como una pequeña introducción del personaje principal. Próximamente empezará la acción.
¡Estoy muy emocionada para lo que se avecina!
Mil gracias y un beso enorme.

¿qué creéis que pasará?
¿qué querrá decirle Jorge a Alex?
¿qué le pasará a su madre?